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No había sido nada fácil para la pequeña tripulación de piratas inexpertos llegar hasta el Archipiélago de Sabaody, un camino de tierra que cruza todo el Grand Line, lugar en donde muchos piratas se detienen para descansar y reabastecerse antes de...

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No había sido nada fácil para la pequeña tripulación de piratas inexpertos llegar hasta el Archipiélago de Sabaody, un camino de tierra que cruza todo el Grand Line, lugar en donde muchos piratas se detienen para descansar y reabastecerse antes de continuar con el viaje por la gran ruta marítima en busca del One Piece.

Aisha era una joven soñadora que tenía como su mayor anhelo conocer todo el mundo, no le interesaba el One Piece como a muchos otros piratas, ni volverse popular o cosas por el estilo, quería viajar y conocer el mundo para poder escribir un libro de sus aventuras, era su deseo desde que era una niña y gracias que fue aceptada como cocinera en un barco con piratas novatos poco a poco comenzaba a lograr su sueño.

Arribaron en la costa del Archipiélago frente al manglar 46 y cada uno se fue por su cuenta, no había quedado nadie cuidando el barco. Aisha no lo iba a hacer pues debía conseguir suplementos para la cocina, no era nada sencillo alimentar a una tripulación de 10 hombres grandes, mucho menos si cada uno de esos parecía comer x2 y aún más cuando nadie se prestaba para ayudarle.

Así decidió caminar por el Archipiélago y conocer el lugar mientras cumplía su cometido, todo el lugar era realmente hermoso y a la vez sorprendente, lleno de burbujas resistentes que no explotaban si las pinchabas con el dedo, pese a que no fuera una tripulación amigable gracias a esos hombres Aisha había vivido varias aventuras a lo largo de la gran ruta.

Aunque también varias casi muertes por los reyes del mar.

Nada de eso hubiera sido posible si no hubiera tenido el valor de colarse en aquel barco pirata que zarpaba de su isla natal, y que más tarde fuera aceptada como la única mujer en la tripulación aunque con la condición de que debía cocinar para los demás. Algo machista para su gusto, pero peor es nada, algo que siempre solía decir la madre de Aisha cuando era pequeña.

Siguió recorriendo hasta que dió con un almacén para comprar viberes y condimentos para la comida, también verduras y frutas, pastas y arroz. Era bastante lo que llevaba, pero bien sabía que eso no duraría ni para una semana en el barco, tendría que dejar las cosas y volver por más.

Lo que más le molestaba a Aisha es que nadie la ayudaba, debía ocuparse de la cocina por si sola, comprar los viberes sola, todo sola. Agradecía que sus capacidades fueran bien reconocidas, pero todos en algún momento necesitábamos algo de ayuda y este era el caso de Aisha.

Fue gracias a las recomendaciones del dependiente que supo que podía llevar sus cosas dentro de una burbuja a modo de bolsa flotante, así le fue mucho más sencillo regresar con las cosas al barco sin cansarse.

— ¿Trajiste comida? -preguntó el hombre que más comía en la tripulación sentado junto al barco

— Si, pero esta comida es exclusiva para el viaje, si quieres comer vete a un restaurante o una taberna, yo que se.. pero te mataré si tocas aunque sea una manzana de la compra que acabo de hacer -dijo la rubia de forma amenazante

Debido a que aún le quedaba dinero decidió que quería comprar alguna prenda de ropa nueva, no se decidía si un pantalón, una blusa nueva o algo más abrigador como un suéter, lamentablemente no pudo cumplir sus deseos ya que al acercarse al centro comercial de la ciudad pudo darse cuenta que un grupo de piratas reconocidos había comenzado una revuelta y eso no era lo peor.

Lo peor es que había uno de los Shichibukai peleando contra ellos, Bartholomew Kuma, un hombre de inmenso poder.

Un hombre tan poderoso que ni siquiera el reconocido pirata Monkey D Luffy había podido contra el.

Uno a uno los compañeros del sombrero de paja desaparecieron ante el toque de la mano de Kuma, algo así como el toque de Midas que todo lo convertía en oro, el problema estaba en que Aisha no tenía nada que ver con la tripulación sombrero de paja, y allí estaba Kuma frente a ella dispuesto a hacerle lo mismo.

— ¡Alto! ¡Ella no tiene nada que ver conmigo! ¡Déjala en paz! -gritó el sombrero de paja que corría con desesperación hacia la rubia que se había quedado paralizada ante la presencia de Kuma

Sin quererlo Aisha sufrió el mismo destino que los compañeros del sombrero de paja.

Sin quererlo Aisha sufrió el mismo destino que los compañeros del sombrero de paja

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Hey!! Hace rato quería escribir algo con
el daddy Mihawk y al fin salió

Espero que les guste y le den apoyo a este pequeño fanfic

Gracias por leerme!

New World | Dracule Mihawk Donde viven las historias. Descúbrelo ahora