Capítulo 20:

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Jeon se estremecía de un lado a otro, intentando zafarse de quienes lo aprisionaban

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Jeon se estremecía de un lado a otro, intentando zafarse de quienes lo aprisionaban. Estos hombres ahora habían vendando sus manos y estaba privado de casi todas sus facultades. No podía ver o decir algo, solo podía escuchar el sonido del auto moverse.

Intentaba gritar o decir algo con coherencia, pero el trapo en su boca evitando su hablar no le era de mucha ayuda.

— Tranquilo, tranquilo. Solo deseo hablar contigo — esa voz conocida por Jungkook llego a sus oídos y se lamento de que no fuese un extraño.

Los hombres le quitaron la bolsa de la cabeza a la par del pañuelo en su boca, y observó entonces frente a él al hombre que alguna vez amo.

— ¿Qué mierdas quieres tu? — bufo con odio.

— Qué boca tan sucia tienes Jungkook ¿así saludas al hombre que te dio la vida? — dijo con sorba echándose sobre el acolchonado del auto.

Jeon Yun era el nombre del padre de Jungkook. Un hombre delgado y alto de unos cincuenta y dos años. Este era el cabecilla de una de las organizaciones de mafia más poderosas de Corea del Sur. Conservaba tratados con mafiosos de varios países y sus trabajos se basaban en tráfico de drogas, trata de personas y lavado de dinero. Sus años en el negocio junto a sus habilidades de comercio y manipulación le habían hecho ganar un buen nombre entre los conocidos del tema. Para muchos era un maestro, pero para Jungkook era solo una vil alimaña que debió haber sido aplastada hace ya mucho tiempo.

— Solo quiero hablar querido hijo ¿acaso eso está mal? — expreso con su actitud soberbia.

— Muérete — mascullo con las venas de su cuello hinchadas.

— ¿Quieres que me muera? — rio a carcajadas — déjame decirte que lamentablemente para ti, me hice unos exámenes hace poco y el doctor dice que tengo la salud de un toro — decía mientras encendía un cigarrillo — tendrás que aguantar mis mierdas por un largo tiempo.

— ¿Qué coño quieres? ¿Y porque tus mandriles me tienen que secuestrar?

— Porque nunca respondes a mis llamadas. Siempre estas ocupado o enfermo, la últimas vez tu asistente me dijo que habías muerto — rio — pero aquí te veo bien, sano y salvo. De hecho la otra vez te vi en aquella gala ¿como era que se llamaba? — intento hacer memoria.

Butterfly — le recordó uno de sus hombres.

— ¡Eso! ¡Butterfly! Te vi ahí jugando a ser una celebridad, creyéndote un hombre importante, pero tu y yo sabemos muy bien que no lo eres.

— Me vale una mierda lo que creas de mi. Yo no estoy para complacerte — gruñó Jeon.

— De hecho si lo estas. Porque tú como mi único hijo eres también el legítimo heredero de este imperio, y lo único que haces es desperdiciar tu tiempo con tu mierda de camarita, en vez de estar a mi lado aprendiendo como se hace mi trabajo.

Corrupt - Kookmin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora