Corrupt esta basado en un mundo cruel y hostil en donde el dinero habla primero que las personas. En este mundo habita Park Jimin un modelo pretencioso, mimado, abiertamente gay y despreciable quien es hijo del ministro de relaciones exteriores de C...
El siguiente contenido a leer comprende de material erótico y esta relatado de manera explicita. Si eres una persona sensible con estos temas abstente de leer. Todos los personajes involucrados en estos acontecimientos son ficticios y no se pretende ofender a las personas de las cuales están inspirados.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El reloj marcaba las 03:30pm, el estacionamiento estaba solitario y nuestro Jimin esperaba escuchando música pop. Le fatigaba la idea de pensar que tendría que esperar otra agobiante media hora pues, no existía ni rastro del fotógrafo.
Irritado y pensando que Jeon le había jugado una broma, tomó su teléfono para marcarle y gritarle algunas cuantas palabras malsonantes.
Más sin embargo, su ira descendió al escuchar como alguien toco la ventana de su vehículo, y este alguien era Jungkook.
Alzó sus cejas dejando el teléfono a un lado y bajo la ventana para poder hablar con él.
— ¿Qué ocurrió? — pregunto Jeon con burla quien ya conocía el temperamento áspero de su contrario — ¿jamás habías esperado tanto a alguien? — rio con aires de superioridad.
— Un segundo más y ya iba a irme al demonio Jeon — contesto arisco volviendo sus ojos.
— ¿Qué tal si dejas de llorar y vienes a mi auto? — propuso caminando hacia su Bugatti.
— Si será imbécil... — susurro Jimin para sí mismo mientras lo contemplaba marcharse.
Se lo pensó por unos segundos antes de seguirlo (no quería que Jungkook pensara que estaba desesperado). Sin más, expulsó un fuerte suspiro, y se prometió no maldecir a Jeon antes de tomar sus pertenencias y subir al auto rojo.
A pesar de que Jimin intentará indagar una y otra vez el lugar a donde Jungkook deseaba llevarlo, este siempre desviaba la conversación. Siendo esto ya obstinante para Park cuando le ordenó vendarse los ojos.
— ¡¿Qué?! — vocifero estupefacto.
— Qué te vendes los ojos con esto — regreso a repetir entregándole unas vendas de hospital.
— Yo no he firmado ningún contrato Christian Grey — se burló.
— Ay no es para eso — se quejo frunciendo el entrecejo.
— ¿Entonces para que? La única manera en la que acepte vendarme los ojos será para practicar BDSM y eso ni siquiera me gusta del todo... — se negó de nuevo cruzándose de brazos.
— Te diré cuando lleguemos...es una sorpresa — insistió intentando sonreír.
— No me gustan las sorpresas — regreso a negarse aventando las vendas.
— Carajo Jimin solo ponte las benditas vendas — gruñó Jeon alterado por la actitud infantil del pelinegro.
— Bien hagamos esto...yo me vendare, pero a cambio quiero que hagas algo por mi — propuso junto a una sonrisa coqueta.
