Crown ~ Las joyas de la princesa

𝐶𝐴𝑃𝐼𝑇𝑈𝐿𝑂 6

Las cartas estaban echadas sobre la mesa, tanto literal como metafóricamente, observaba a Jackson que jugueteaba con una copa de vino que por un descuido había llegado a sus manos, el pelirrojo se mostraba confiado de su plan mientras convencía a los gemelos de aceptar sus ideas, aunque ninguno de los dos parecía ser demasiado receptivo a sus ideas.

-Personalmente creo que eres un idiota -Atacó en primera instancia Eliot con los brazos cruzados sobre el pecho, más que molestia su rostro reflejaba incredulidad, y aunque entiendo la posición que lo ha llevado a demostrar una negativa, no puedo evitar pensar que está exagerando.

-Apoyo la teoría del doble malvado -Apoyo Elan sin apenas expresión, en una situación como está en dónde no estamos rodeados de los sirvientes el ambiente se siente extrañamente familiar, incluso las burlas por parte de los gemelos es algo que no se puede ver todos los días.

-¿Y si en lugar de insultar al imbécil de turno encontramos una solución a nuestros problemas? -Sugerí mientras mis dedos tambaleaban sobre la mesa, los retratos de varios miembros de la alta sociedad estaban acomodados de manera perfecta frente a mi, detrás de cada dibujo había una pequeña descripción del noble en cuestión, habían sido elegidos en base a mi análisis personal de posibles aliados y bajo el juicio de Jackson en el cuál podía confiar ciegamente.

-La princesa Ariana planea crear un harén -El tono burlón de el duque desapareció con velocidad, se levantó de su asiento dejando la copa medio vacía en el borde de la mesa y se acercó a paso lento hasta mi lugar, con la atenta y voraz mirada de los principes acuchillando cada uno de sus movimientos se ubicó tras de mi y poso sus manos sobre mis hombros de forma protectora. El olor a alcohol que emanaba de su cuerpo era fuerte y me hizo fruncir el ceño, aunque me límite a demostrar mi desagrado pues aún no podía deshacerme de él- ¡Aquí tenemos a la pieza clave que nos llevará a la victoria! ¡La Guerra por el trono ya tiene un vencedor, pero solo lo lograrán si me permiten dar rienda suelta a mis ideas! -Sus gritos me descolocaron por completo, pues tomó mi rostro con fuerza y me hizo girar la cabeza para obligarme a mirarlo, sus penetrantes ojos verdes brillaban por la emoción que sentía, mordí su mano para obligarlo a que me soltará.

-¿Alguien puede decirme quién trajo al duque loco a nuestros problemas familiares? -La atención de Eliot no estaba del todo en nosotros, en su lugar su mirada vagaba entre la situación que sucedía y algún punto perdido en las escaleras que llevaban a la segunda planta dónde estaba su habitación, está demasiado distraído para mí gusto y a pesar de todo, su actitud algo más pacífica comienza a asustarme un poco.

- Fue Elena -Las voces del primer príncipe y el duque se mezclaron mientras pronunciaban mi nombre para contestar la pregunta del segundo gemelo.

- Malditos, no pueden tomarse esto con la seriedad que se amerita -Jackson rio aún manteniéndome cerca de él y con su mano libre tomó uno de los retratos y lo puso frente a mi rostro, un hombre de cabello rojo, piel canela y ojos dorados- ¿Quién es él?

-El segundo príncipe de Xek, Efrit Karsia, él es nuestra primera opción para unir a tu colección, Elena -El duque en bancarrota elevó la mirada y mostró a mis hermanos, Elan tardó unos segundos en reconocerlo, pero la reacción de Eliot fue inmediata y no fue nada positiva.

-Odio a ese imbécil, descartado -Más que una opinión fue una orden de parte del segundo hijo del emperador y sin esperar respuesta alguna arrebato la imagen de las manos de Jackson y la rasgó a la mitad dejando muy en claro su posición- Solo es un peón mas en ese circo imperial de Xek- Continuo mientras seguía destrozando la foto.

-Lo único bueno de el reino de Xek es la princesa heredera, Tetra Dioramuhat -Elan se unió a la negativa de su gemelo sin mayor entusiasmo- Ella es la esposa del heredero a la corona, y es la verdadera razón de porque ese reino aún no se ha hundido en la miseria después de tantos años de gobierno caótico.

Mientras los gemelos expresaban su desdén por la elección propuesta, Jackson mantenía una calma inusual. Retiró con delicadeza la foto destrozada de las manos de Eliot y la depositó con cuidado en la mesa, evitando una confrontación directa. Su mirada chispeante se posó en mí, y su sonrisa astuta dejaba entrever que tenía un as bajo la manga.

- Bueno, mis estimados príncipes, entiendo sus reservas. Pero aquí está el truco: Efrit Karsia tiene una debilidad, y esa debilidad se llama Tetra Dioramuhat. Si logramos ganarnos su favor, conseguiremos una pieza clave que podría inclinar la balanza a nuestro favor en la corte de Xek.

Los gemelos intercambiaron miradas de escepticismo, pero antes de que pudieran protestar, Jackson continuó con su plan maestro.

- La princesa Tetra está programada para asistir a una próxima celebración en honor a la alianza entre nuestros reinos. Será la oportunidad perfecta para entablar contacto con ella. Eliot, Elan, sé que pueden parecer disgustados, pero necesitamos aliados en esta guerra. No hay lugar para rencores personales.

Eliot gruñó en respuesta, pero Elan asintió con una mueca que reflejaba su resignación. Mientras tanto, Jackson liberó su agarre sobre mí, y aproveché la oportunidad para alejarme un poco. Aunque desconfiaba de sus motivaciones, no podía negar que sus tácticas eran intrigantes.

- Entonces, ¿estamos de acuerdo en intentarlo? -preguntó Jackson, mirando a cada uno de nosotros con una expectación palpable.

La sala quedó sumida en un tenso silencio antes de que finalmente los gemelos asintieran con cautela. Elan parecía más dispuesto a seguir la propuesta, mientras que Eliot aún mostraba su descontento.

- Hagámoslo, pero no esperen que confiemos en ti completamente, duque -advirtió Eliot con frialdad.

- Entendido, príncipe Eliot. Trabajaré para ganarme su confianza. Ahora, preparémonos para la corte de Xek. La guerra por el trono acaba de tomar un giro interesante -concluyó Jackson con una sonrisa que sugería que disfrutaba cada momento de este juego político.

-¿No se supone que la princesa está comprometida? - Pregunté sin importante demasiado el obviar mis palabras, porque conocía perfectamente las ideas que se formaban por la mente del duque cuyo único valor actual más allá de su cerebro podía radicar en su facilidad para conquistar a las jóvenes de alta cuna.

-Eso no será un problema -Mencionó con su sonrisa haciéndose gradualmente más grande, en realidad estaba disfrutando de que su plan fuera el único que teníamos por el momento- La princesa Ariana también estará en la celebración, he escuchado rumores sobre el príncipe heredero, se dice que su relación con la princesa Tetra es solo un compromiso político, por lo que no hará nada para impedir nuestro acercamiento.

-Suena a que esto va a ser un fracaso -Acotó Elan con los brazos cruzados sobre el pecho mientras unía las dos mitades de la foto previamente destrozada por Eliot, después suspiro pesadamente y negó con la cabeza- Es una mierda, pero por ahora no tenemos muchas más opciones.

Jackson respondió con una risa confiada, ignorando las preocupaciones de Elan. La estrategia estaba trazada, y no había tiempo para dudas. Nos sumergimos en el juego político de la corte de Xek, donde las lealtades eran frágiles y las alianzas podían formarse o romperse en un parpadeo. -La incertidumbre es parte del juego, príncipe Elan. Veremos cómo se desarrollan los acontecimientos en la celebración -dijo Jackson, con su mirada centrada en el horizonte de posibilidades.