|| Always || Carlos de Vil [1]

▪︎ FIVE

El invento mágico

Evie y Carlos confabularon para ultimar los detalles de su invento. Evie aconsejó cambiar unos cables y Carlos vio que tenía razón.

—¿Lista? —preguntó Carlos.

Evie asintió.

Carlos pulsó el interruptor. De repente, una potente explosión eléctrica salió de la caja. Ambos salieron disparados y chocaron contra el suelo. Se quedaron un poco atontados hasta que pudieron levantarse.

—¡Maléfico! —exclamó Carlos.

—¡Por mis duendes! —gritó Evie—. ¿Qué ha pasado?

Se pusieron en pie y salieron al balcón de la casita. Miraron al cielo y vieron el haz de luz subir y subir. ¡Hasta la cúpula! El haz de luz atravesó la cúpula mágica con la misma facilidad que lo había hecho con el techo de la casita del árbol.

Durante un segundo, el brillo los cegó. Cuando volvieron a mirar, no había nada. Se alejaron del balcón.

—¡Mira! —Evie señaló la televisión.

Salían cientos de programas nuevos que ninguno había visto en su vida.

—¡Lo sabía! —exclamaba Carlos—. ¡Lo sabía! ¡Lo sabía!

Carlos miró la caja, el extraño invento. Se había apagado; fundido.

—¿Qué le ha pasado? —preguntó Evie.

—No lo sé. Creo que quizá ha funcionado. Ha atravesado la cúpula —Carlos volvió a mirar por el agujero del techo dela casita.

—¿Crees que habrá abierto la cúpula en alguna parte?

—No lo creo —contestó Carlos—. De ser así, Maléfica ya habría salido volando y escucharíamos las explosiones desde Áuradon.

—Tienes razón —Evie suspiró—. ¿De verdad tenemos que volver a la fiesta?

—No lo creo —Carlos esbozó media sonrisa—. Además, ese programa que te gusta, El Príncipe de la Semana, está a punto de empezar.

—¡Genial! —exclamó Evie.

De tanta presión, a Carlos se le había ido la cabeza. Había olvidado por completo la promesa a una chica que le esperaba en la fiesta desde hacía mucho rato.