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Hijos del enemigo

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Hijos del enemigo

Le habían dado a Hela una habitación individual enorme. Audrey se había alegrado mucho de verla, y junto a Lonnie, habían ayudado a la novata a instalarse. Ella les había contado detalles sobre la proclama real de Ben, lo que había creado un poco de debate.

Ben le había pedido a Hela que lo acompañara a dar la bienvenida a los chicos. Dejó un poco al lado el estilo princesa y se decantó por un top negro con el cuello cruzado, unos vaqueros con roturas y parches y una chaqueta de cuero con llamas (con la que había llegado a Áuradon).

Se calzó las botas, se puso unas argollas  y los pircings de sus orejas. Se maquilló un poco y dejó su ondulado cabello suelto. Se miró al espejo y sonrió: volvía a verse como la hija de Hades.

Hela bajó y se encontró con Ben, Audrey y el Hada Madrina. La princesa le echó una mirada.

—¿Y esas pintas? ¿Intentas empatizar con esa gente?

—Yo soy igual que esa gente —comentó.

—Audrey —dijo Ben en tono de advertencia—. Te queda bien esa chaqueta, Hela.

—Gracias —sonrió con simpatía.

—¿Listos? —preguntó el Hada Madrina.

—Adelante —sonrió Ben.

Los cuatro salieron escoltados por guardias y por la banda, que se recolocó por sí sola.

Hela estaba nerviosísima. Ben lo notó y rodeó sus hombros con un brazo en un gesto fraternal.

La limusina llegó finalmente. Paró frente a ellos y los guardias abrieron para dejar salir a los jóvenes. Entonces, Carlos y Jay salieron rodando por el suelo peleando por algo. Mal e Evie salieron avergonzadas e intentaron mirar al frente.

Los ojos verdes de Mal encontraron a los turquesa de Hela. La miró de arriba a abajo y palideció. Clavó las uñas en la mano de Evie, que miró también a Hela con el corazón en un puño. Hela puso un dedo en sus labios, pidiendo silencio.

—Por favor, dejad todo donde estaba —pidió el Hada Madrina—. Y con eso me refiero a todo.

Carlos y Jay se resignaron a dejar todo en la limusina. Jay se acercó coquetamente a Audrey y la halagó mientras ella reía.

—Por favor —susurró Hela, dejando a Jay de piedra—. El Hada Madrina espera para presentarse. Luego se presentará Audrey.

|| Always || Carlos de Vil [1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora