Capítulo 7: Tranquilidad destruida

47 9 53
                                    

Tanto Amber como Jack se encontraron en una situación desesperada que amenazaba con acabar con sus vidas en cuestión de segundos. El fuego se acercaba cada vez más, y el humo se volvía denso y asfixiante. Si no encontraban una forma de escapar de allí, pronto estarían condenados a morir en aquel lugar.

—¡Vamos a morir! —gritó Amber con desesperación, intentando liberarse de sus ataduras, pero sin éxito. La situación parecía completamente fuera de su control.

Jack también estaba desesperado, pero en lugar de gritar, estaba concentrado en buscar una manera de liberarse. Observó todo lo que se encontraba a su alrededor, pero nada parecía ser útil.

Trozos de techo caían cerca de ellos y el fuego parecía que se acercaba cada vez más. Amber intentaba desesperadamente liberarse, pero estaba muy bien atada. El sujeto hacía lo mismo, pero estaba claro que sus esfuerzos eran inútiles. Observó todo lo que había a su alrededor, buscando una solución desesperadamente, pero nada parecía ser útil en ese momento. Se dieron cuenta de que estaban atrapados.

Mientras tanto, Amber se aferraba a la esperanza de sobrevivir, pero no sabía cómo hacerlo. Miró a Jack, quien parecía haberse dado por vencido, y se sintió más sola y desesperada que nunca. En medio de la tensión y la incertidumbre, la rubia decidió que no iba a rendirse sin luchar. Miró a su compañero y lo llamó por su nombre, esperando que él reaccionara.

—¡Jack! —dijo Amber con firmeza—. No podemos rendirnos. Tenemos que encontrar una forma de salir de aquí. Tal vez si nos movemos juntos, podamos encontrar algo para liberarnos. No podemos morir aquí, tenemos que tener esperanza.

Los minutos pasaron y la situación pareció no mejorar en lo absoluto. Jack y Amber estuvieron cada vez más cercados por las llamas que consumían la cabaña y, aunque lucharon por liberarse, las cuerdas que los sujetaban parecían resistir a cualquier intento de liberación.

El calor se hizo cada vez más intenso, tanto que les costó respirar. A pesar de que la situación parecía cada vez más desesperada, Amber mantuvo una actitud esperanzadora, tratando de encontrar cualquier forma de escape.

—Jack, tenemos que pensar en algo, no podemos morir aquí así —alentaba Amber con voz entrecortada por el humo.

—Lo sé, Amber, pero no veo ninguna forma de escapar de aquí. Estamos atrapados y las cuerdas no ceden —respondió Jack, desesperado.

El fuego avanzaba sin piedad, devorando todo a su paso, y ambos se encontraban atrapados en la habitación, con sus manos atadas detrás de sus espaldas. La situación se volvía cada vez más desesperada, mientras las llamas rugían y el humo llenaba la habitación, dificultando la respiración.

Jack, desesperado por encontrar una manera de escapar, buscó en su bolsillo y se dio cuenta de que tenía una linterna. La había guardado allí en previsión de necesitar iluminación durante su búsqueda de provisiones en la oscuridad. Su mente trabajó a toda velocidad mientras consideraba las posibilidades que tenía en ese momento crítico.

—¡La linterna!

Con determinación, gritó la idea a Amber con su voz llena de urgencia. La chica, confundida por la sugerencia de Jack, le preguntó qué quería expresar, desconocía del objeto que guardaba el sujeto en el bolsillo derecho.

—¿Qué? —preguntó ella.

—Tengo una linterna en mi bolsillo, si logro sacarla podríamos utilizarla —explicó Jack.

En su desespero, Jack hizo un esfuerzo para caer sobre su hombro derecho, haciendo que la linterna se desprendiera de su bolsillo, quedando a pocos metros de sus manos atadas. 

Sentido MortalWhere stories live. Discover now