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Taehyung se estaba agobiando demasiado, así que les dijo a sus amigos que iba al baño, aunque solo quería ir para despejarse dónde no había nadie.

Empezó su búsqueda del baño, intentó abrir una puerta después de picar, pero estaba cerrada, otra y nada, se fue a la siguiente, la penúltima que quedaba en aquel piso. Aquella sí estaba abierta, entró, encontrándose con una habitación.

— ¿Qué haces aquí? Es mi habitación, no deberías estar aquí. — Escuchó una voz. —

La habitación estaba pintada con un color burdeos, había una cama de matrimonio en medio de una de las paredes, esta estaba tendida con sábanas oscuras. Dos mesitas de noche a cada lado del lugar de descanso.

Se giró asustado, encontrándose con un chico peli negro de pelo corto cerrando la puerta. Este iba vestido todo de negro. Con una camiseta ancha y pantalones también anchos, junto a unas botas. Tenía los ojos grandes, de color oscuro, su piel era pálida y en su labio inferior había un piercing.

— Lo siento, buscaba el baño. — Dijo indiferente. —

— ¿El baño? — Preguntó el peli negro mientras se acercaba. — Si estás aquí, dudo que buscases el baño. —

— Sí, buscaba el baño. No creas que te buscaba a ti, ni siquiera te conozco. — El chico estaba más cerca, así que Williams retrocedió. —

— Mmh. — Su lengua jugó con el piercing. — Pues el baño está en la habitación de al lado, no en esta. —

— Me he podido dar cuen... — Chocó con la pared. —

— ¿Sabes? Yo sí que te conozco, Taehyung. — Lo miró a los ojos. —

— ¿De verdad? ¿Eres un acosador sexual? — Vaciló. —

— Si quieres decirlo de esa manera... —

El chico se acercó a su oído y a su cuerpo aún más, rozando la pieza de metal del labio en el lóbulo de la oreja del de ojos verdes y provocándole un escalofrío.

— Tengo una propuesta para ti. —

Mierda, esa voz era demasiado excitante.

— Sorpréndeme, desconocido. — Trató de sonar indiferente. —

El peli negro se apartó, mirando a Williams a los ojos y relamiendo sus labios.

— Seré sincero, últimamente te he estado topando contigo y me has atraído más de lo que debería. —

— Por tu apariencia no pareces gay... ¿Quieres sexo loco de una noche o algo así? — Vaciló nuevamente. —

Taehyung estaba siendo demasiado directo, jamás había sido así, en Corea ni se le ocurriría vacilar a una persona, menos siendo mayor que él. Porque al final el chico que tenía delante era mayor que él por dos siglos y medio, pero no le importó, en la cultura estadounidense no había una formalidad tan marcada como en su país.

— No te voy a mentir, Williams, sí, quiero sexo, pero realmente me ha costado hablar contigo porque no coincidíamos, más de lo que crees, así que yo, de ti, no me rechazaría. —

— ¿Por qué? ¿Eres el popular del instituto o algo así? —

— ¿Podrías dejar de vacilar y callarte de una puñetera vez? Únicamente quiero charlar contigo. —

Jamás le había excitado tanto que le callasen, pero en aquel momento sus hormonas y pensamientos se descontrolaron.

— Ni siquiera sabes si soy gay. —

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