*°Just My Uncle°*

5

El cuerpo desnudo de Jimin estaban enroyado en las sábanas pero se sentía solo, abrió un poco los ojos viendo algo borroso que se movía y salía de la habitación, vió en la mesita de noche un vaso de agua y una pastilla, imagino que fue jungkook quien le dejo eso para el dolor, al menos fue considerado y lo entendía tenía que ir a estudiar pero lo hizo sentir querido y importante, una sonrisa apareció en sus labios, se entregó completamente a alguien que ha estado amando durante mucho tiempo, hasta que recordó algo.

Jungkook no estudiaba los domingos.

"Sí, aja, mañana iré y espero encontrar te como te quiero"

Abrió los ojos par en par, sin darse cuenta se volvió a dormir, tomo el vaso y la pastilla, se acomodó en la cama, sus ojos se iban cristalizando, unas lágrimas bajaban de sus mejillas se dió cuenta lo estúpido que fue, como pudo entregarse a alguien que no lo veía de la misma manera, solo fueron celos.

[...]

Unas embestidas fueron suficientes para que el pelinegro llenará el látex del condón en el interior de la pelinegra.

Al final ella se acomodó en el pecho del mayor pero esté la apartó y se levantó de la cama poniendo su boxer y pantalón.

— ¿Solo eso y ya? —miró a Jungkook con molestía— tenemos sexo y te vas

— ¿Eso no querías? No tengo tiempo para ti, tengo mis propios asuntos —se acomodó su polera.

— ¿Me crees una cualquiera? Se supone que eres mi novio y debemos pasar tiempo juntos —Jungkook suspiro arto de tener que lidiar con ella.

— Tienes a tu amigo ¿No? —abrió la puerta de la habitación y salió.

Después de salir de la casa se adentró en el auto para ir a casa, pero su mente estaba pensando demasiadas cosas.

Fue un error lo de anoche.

Estacionó el auto frente a la casa, salió y tocó la puerta, al abrirse vió a su madre hablando con su hermanastra.

— Pasa Jungkook —dijo su cuñado.

— S-si —entró y las miradas de ambas mujeres se posaron en él.

— Jungkook, hijo, ¿Como estás? ¿Listo para volver? —dijo su madre.

No entendía a que se refería ¿Volver? ¿Volver a donde?

— ¿Disculpa? No entiendo, mamá —sus pasos se volvieron pesados.

— Bueno tu hermana tiene su familia y me ha apoyado bastante contigo, ahora yo debo ser responsable contigo hasta que te gradues de la universidad, por esa razón, vas a vivir conmigo nuevamente, ya hay que dejar está familia porque somos aparte.

El mayor no lo podía creer, algo en él le decía que no, y por una razón no quería dejar a Jimin.

— Anda ve a la habitación y recoge tus cosas, hijo —el pelinegro asintió y fue a la habitación.

Al entrar vió al rubio acostado en su cama con su teléfono.

— ¿Sabes que me voy, no? —mencionó Jungkook para llamar la atención de Jimin.

— Sí, ¿Y? —lo miró sin importancia.

— ¿No te importa?

— ¿Debería? Eres aparte en mi familia, solo molestas —se levantó de la cama y fue a la puerta no quería estar con Jungkook.

El pelinegro lo agarro del brazo deteniendo lo.

— Sueltame. —dijo haciendo fuerza para que lo suelte.

— ¿Que te sucede? ¿Ya no me quieres como antes? —dijo con preocupación, no entendía su actitud, no era su Jimin.

— ¡No!, no te quiero, nunca te quise, fue un error lo que pasó entre nosotros anoche, solo me usaste... Al igual que yo —no sabía que decir, solo prefirió mentir con su voz quebrada— somos tío y sobrino nada más.

— ¿Usarte?, no te he usado, no se qué mierdas estás hablando Jeon Jimin —en un abrir y cerrar de ojos sintió su mejilla arder, el rubio le había dado una bofetada— que...

— Eres un imbecil, me usas y luego te vas con tu novia como si nada, bien que lo disfrutas, disfrutas usarme junto con tu novia, mira Jeon Jungkook yo no soy tu opción o calentura de tus momentos de celos enfermos —se acercó más al mayor haciendo que este retrocediera y lo apuntó con su dedo— Ten cuidado conmigo Jungkook, no soy quien tú piensas que soy, así que aléjate de mi vida —se dió la vuelta y salió de la habitación, no pensaba bajar, solo se fue al baño y se encerró mientras sus lágrimas no dejaban de caer.

Jungkook se quedó en la habitación sorprendido por todo, agarró su maleta y metió su ropa de golpe, todas sus cosas las metió en su mochila, al abrir un cajón vio los collares que compartían cuando Jimin era más pequeño y se llevó el suyo, salió de la habitación con un dolor en el pecho, no quería irse, no quería dejarlo, se arrepentía de todo lo que hizo, no debió hacerlo. Bajó las escaleras llendo directo a la puerta y dejando su maleta, vió como su madre se levantó del asiento para ya irse, tomaron un taxi, el pelinegro miró la casa pero notando como en la ventana se asomaba alguien pero se tapaba con la cortina, sabía que era su pequeño, ahora no sabría cuando poder volverlo a ver.

— Se que extrañaras ese ambiente pero los verás en año nuevo, así que no te preocupes, hijo —dijo su mamá con una sonrisa tratando de levantar el ánimo de esté.

— Sí, lo sé —fueron las únicas palabras que dijo todo el día.

Al llegar solo subió a su habitación, asu antigua habitación de pubertad, todo cambió, era de su gusto, tiró su maleta en la cama y suspiró agotado, miró su armario dispuesto a ordenar todo, pasaron solo dos horas después de ordenar la habitación a su manera, lo único bueno era que todo estaba pintado de colores oscuros, se tiró a la cama queriendo dormir pero estaba pensando muchas cosas, no sabía que hacer, solo sabía que Jimin tenía razón, es un imbecil, se tapó la cara y luego colocó su rostro en la almohada, todo era desconocido para él, no parecía un hogar, el aroma de Jimin no estaba ni ese sentimiento cálido, sentía que estaba en el mismísimo infierno.

[...]

— Gracias por la cena, ma —dijo el rubio y se levantó de la mesa para ir a su habitación, se hecho en la cama y agarró su celular, lo primero que vio fueron los mensajes de Sungwoon mandándole fotos de los dulces que le daría mañana, el rubio chillo de la emoción, su mejor amigo era el único que le sacaba sonrisas después de tener un mal día, ya quería que sea mañana para poder verlo, apagó su celular y lo puso a cargar, se acomodó en la cama y vió la cama de al frente, Jungkook no estaba— Odio extrañarte, idiota —volvió a sentir ese dolor en su pecho— Ya deja de amarlo, porfavor, ya no quiero sentir esto —se envolvió en las sábanas, sus ojos se volvieron a cristalizar, no quería llorar pero ya lo estaba haciendo, solo pasaron unos minutos para que se quedara profundamente dormido.

Unos brazos rodearon su pequeño cuerpo, sintiendo esa calidez de antes y sintió una respiración en su oído hasta que le susurró unas palabras.

"No te dejaré ir Jiminnie"

Se levantó de la cama asustado, su corazón latía muy fuerte y su frente estaba sudando, se levantó de la cama y salió de la habitación para irse al baño, al verse en el espejo decidió bañarse, se puso ropa cómoda la cual era ropa media ancha, bajo a la cocina viendo a su mamá con el desayuno ya hecho, era la misma rutina de antes pero sin él.

— Te veo decaído —mencionó su madre— si quieres puedes ir con Sungwoon a su casa un tiempo nada más, no te quiero aquí muy tarde ¿Si?

Jimin sonrió contento pues quien mejor que Sungwoon para levantarle el ánimo — Gracias madre —y siguió comiendo para irse rápido a estudiar.

¿Por qué soñé contigo ahora que no estás?

Voten(☆⁠)
Comenten(☆⁠)