Amor Sobre Hielo (Jelsa)

CAPÍTULO XV

Narra Elsa:

Luego de entranemiento, lleve a Emilie a los vestidores para enseñarle nuestro nuevo espacio.

- Hable con Bob, y me dio permiso de usar dos casilleros para guardar todas nuestras cosas para que no estemos cargando con nuestra bolsota todo el tiempo -

- Wow, ¡qué genial!, y amo la elección del color, el lila es mi color favorito -

- Jaja, en eso yo ayude un poquito, pedí que los pintaran de nuestros colores para qué así fuera fácil ubicarlos en caso de que se cayera el nombre de la puerta -

- Fue una excelente idea, me encantó -

- Bueno, te dejo para que acomodes tu casillero -

- ¿Tú ya lo acomodaste? -

- No, aun no, yo creo que ya mañana lo hago - le dije mientras me ponía de pie de la banca donde estábamos

- Por cierto, he visto que hoy ya tienes tu cadenita de dragón, ¿la habías pedido? -

- Algo así jaja - le dije tomando la cednita qué colgaba en mi pecho

Ella sonrió y luego, me despedí con una mano para poder salir del vestidor, pero antes Milie me habló

- Oye, Elsie -

- Dime - dije parándome en seco cerca de la puerta de salida

- Aunque esa herida siempre será parte de ti, no deberías hacer qué esa herida se convierta en ti -

- A veces olvido que ya no eres una niña, gracias Milie - le dije sonriente

Esas palabras estaban llenas de razón y lo sabia, pero aún no podía evitar que me doliera, luego de eso salí del vestidor viendo hacia el suelo, y pensando tan concentrada qué no me di cuenta en que momento choque con un chico con traje de Hockey, yo pensé que caería pero en una maniobra me tope con sus ojos grandes y brillantes mientras tomaba mi cintura evitando así que yo tocará el suelo

- Cuidado, preciosa - me dijo en tono seductor, y entonces reconocí esa voz, era la de Jack, pero, algo en esta escena se me hacia muy familiar, sentí que ya la había vivido antes

- Gracias, Jack - le dije mientras trataba de ponerme de pie y con eso el dejo de abrazarme

- ¿Ya te vas? - me pregunto con una sonrisa en el rostro

- Si, yo, ya estoy de salida, Milie se quedó arreglando su casillero, así que puede que ella si tarde -

- ¿Tienen un casillero para ustedes? - pregunto asombrado

- Claro, ¿creías que solo a los jugadores de Hockey les dan trato especial? - le dije haciéndome la ofendida

- No, yo no lo decía por eso, yo... - empezó a decir apenado

Yo solté una carcajada, algo que tenia dos años sin poder hacer sin sentirme culpable por vivir

- Tranquilo, se que no lo hiciste con esa intención, yo solo trataba de hacer una broma, jaja, ¿no es lo que hacen los amigos? - le dije sonriente

Sus ojos se agrandaron mostrando qué ya se había calmado, se veía tan tierno con esa expresión, y luego también comenzó a reírse

- Bueno, ya me voy, tengo entranemiento, aunque puedes decirle a Milie qué me espere, por favor - me dijo luego de que su risa paro

- Claro, yo le paso tu recado, y mucha suerte en tu entranemiento, nos vemos mañana, ya que parece que nos cerros muy seguido - le dije sonriente, feliz, había podido conectar con alguien luego de tantos años estando solo yo, un sentimiento de libertad corría por mi cuerpo, era leve, pero podía sentirlo