Las noticias no paraban de hablar del misterioso asesino de alfas. Mangel, un muchacho tranquilo con una vida muy atareada, no tenía tiempo para preocuparse por eso, hasta que una noche, mientras volvía a casa, un extraño sonido llama su atención...
Era su primera misión después de una larga pausa estratégica, habían estado dando vueltas durante horas. El asesino era muy meticuloso, quería que sus vehículos fuesen vistos en ubicaciones concretas después de cada asesinato, cambiar de vehículo e incluso asegurarse de forma muy medida de que nadie les estuviese siguiendo.
Finalmente, llegaron a la nave industrial donde operaba el asesino, y se bajaron de la furgoneta, directos al interior para lavar sus ropas.
Mientras frotaba con ímpetu la sangre de los ropajes del pelirrojo, Mangel le miraba de reojo. Él estaba bebiendo algo de agua, semidesnudo tras ducharse, reclinado sobre su mesa.
Suspiró.
-Uno menos... ¿eh?-murmuró, pero fue escuchado.
-Dos-le corrigió, el alfa le miró-Esta noche han sido dos... aunque uno de ellos... no saldrá en las noticias-dejó su botella de agua sobre la mesa y se retiró para ir a buscar algo de ropa que ponerse.
Cuando se hubo alejado, Mangel notó que había dos informes sobre la mesa, así que se acercó sutilmente a echar un vistazo. Reconoció uno de los rostros, era el borracho que había acosado a Lolito un par de meses atrás a la salida del supermercado.
¿Sería la segunda víctima?
El alfa tenía muchas dudas respecto a aquello. ¿Había dejado el pelirrojo los informes a la vista deliberadamente? ¿A qué se refería con que una de sus víctimas no saldría en las noticias?
El omega no tardó demasiado en regresar, y encontrar a Mangel donde lo había dejado, limpiando su ropa y sus cuchillos.
Miró de reojo la mesa, y juntó los informes antes de llevarlos a su escritorio, y añadirlos al montón de los muertos. Mangel no perdió detalle; así que sí eran sus víctimas de hoy.
Lolito se acercó, ya era tarde, iba a pedirle que se fuese a casa cuando el sonido de las tripas del alfa lo interrumpió.
-¿No has cenado?-le miró de reojo, a lo que el alfa pareció inquietarse.
-Es que... como salimos tan temprano no se me pasó por la cabeza-se frotó el brazo nervioso.
-Si quieres puedes quedarte... haré la cena, en tu casa ya deben de estar durmiendo-ofreció dándole la espalda. Probablemente su oferta sería rechazada, aunque eso no le importaba.
-Está bien... gracias-aceptó el de gafas, lo cual sorprendió al pelirrojo. Se detuvo por un instante tratando de contener su sorpresa antes de seguir caminando rumbo a la cocina, seguido de cerca por el alfa.
Mientras se ponía el delantal miró nuevamente al más alto que le observaba desde no muy lejos.
-Puedes ducharte y cambiarte de ropa primero, yo empezaré a hacer la cena-el alfa obedeció.
Cuando salió de la ducha, ya con su ropa casual puesta, se encaminó a la cocina, donde el pelirrojo cortaba algunas verduras en silencio.
Había recogido su pelo en un moño despeinado y parecía ensimismado.
El moreno se sentó tras de él, en la mesa que había junto a la pared de la cocina, observándole en el mismo estado en el que el asesino se encontraba en esos momentos.
Cuando le veía, ahí con su delantal, cocinando tranquilamente, haciendo una vida como la de cualquier otro, Mangel sentía una extraña sensación recorrer su cuerpo.
Trató de darle vueltas, pero no lograba pensar con claridad.
-¿Puedo ayudar en algo?-decidió que era mejor mantenerse entretenido que solo estar pensativo y en silencio.
El pelirrojo le ofreció la carne para que la deshuesara y la cortara.
Mientras lo hacía, Mangel no pudo evitar preguntarse cómo se sentiría el omega al cortar la carne humana con sus cuchillos. ¿Sentiría lo mismo al cortar su comida? Eso le revolvió el estómago por un instante, pero terminó la tarea apresuradamente. El pelirrojo lo notó.
Mientras el de gafas lavaba el cuchillo, notó la mirada ajena sobre él.
-¿Ocurre algo?-se apresuró a preguntar. Ver al otro con un cuchillo en la mano le seguía poniendo nervioso.
-Simplemente pensaba en mis asuntos-zarandeó la cabeza restándole importancia antes de poner las verduras en la sartén y comenzar a pocharlas.
Mangel advirtió aquella mirada enmarcada en sus enormes ojeras-Pareces cansado-comentó al aire.
-Lo estoy-murmuró en un agotado susurro que no pasó desapercibido. El alfa tuvo la sensación inmediata de que no se refería a ese día en concreto.
Tras una no tan larga preparación de los alimentos, ambos se sentaron a cenar juntos.
Muchas cosas comenzaron a pasar por la mente de Mangel mientras comían...
No quería admitirlo, no tampoco pensar en ello pero... había comenzado a ver un atisbo de humanidad en el asesino... y no podía evitar preguntarse muchas cosas pero especialmente...
¿Por qué mataba?
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Aloh!
Me tienen de regreso por acá, hacía rato que no dibujaba y me puse a tratar de hacer render (fue un fail) pero boeno, al menos saqué algunos bocetos rápidos deee Lolo 0v0 ojalá me hubiese quedado más bonito.
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lakslask perdón sé que me salen las cosas mejores cuando hago estructuras y dibujo con cuidado (como en la portada) pero es que en verdad últimamente me sentía desganada para dibujar y al final terminé solo garabateando luces y sombras y acabó con forma rara ewe
Estoy haciendo algunos cambios en mi vida así que también he tenido menos tiempo para hacer cosas. Estoy combatiendo contra una situación psicológica algo complicada, me seguiré esforzando!
Espero les haya gustado el capítulo de esta semana, espero retomar mi actividad poco a poco con el tiempo y traerles más contenido <3 gracias por apoyar acá
