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Cocinar no es algo que a Shiori se le diera bien, tendía a cortarse los dedos y realizar cortes muy profundos o mal hechos en los vegetales o carnes. Es por eso que Aki prefería que lo ayudara con el aseo de casa, y vaya que Shiori era muy eficiente, lavaba ropa, restregaba los platos, barría incluso quitaba hasta el ultimo rastro de polvo en las habitaciones y eso lo mantenía contento, a Shiori le molestaba el desorden y la suciedad.
Secó el sudor en su frente al terminar de limpiar las ventanas de la habitación de Aki, aunque su estómago comenzó a gruñir de manera fuerte haciendo que haga una mueca, Aki estaba patrullando así que no comería hasta que el regresase y eso la entristecía un poco.
Bostezó a la par que estiraba sus brazos, no había dormido nada hasta la madrugada de ese día, pues ayer Makima le había pedido que regresara a descansar después de ayudar a Denji a acostarse en la banca, y ya eran las cinco de l mañana cuando ella llegó a casa, luego de eso se dispuso a limpiar todo el hogar mientras chismeaba con Aki. Dejó su delantal azul en una silla de la cocina y caminó al sillón de la sala, se dejo caer en el mientras tapaba su boca con su mano de nuevo luego de unos minutos cayó dormida profundamente.
Por otra parte, en un callejón de la ciudad dos chicos peleaban a golpes y patadas, Aki encendía un cigarrillo mientras observaba con desdén a Denji en el suelo.
―Quiero que renuncies al trabajo ―pronunció el azabache―. Si mañana te presentas te daré otra paliza ―dijo ladeando su cabeza a un lado.
―¿Y eso porque razón? ―cuestionó Denji con voz vaga.
―¿No es obvio que estoy siendo bueno contigo? ―preguntó dandole una calada a su cigarrillo―. Los tipos de resolución endeble mueren rápido. Los compañeros que he tenido se hicieron devil hunters por el sueldo, excepto Shiori ―los ojos del rubio brillaron al oír ese nombre.
―¿Shiori?
―Murieron todos a manos de los demonios ―continuó ignorando la pregunta del rubio―. Solo seguimos con vida los que tenemos una gran convicción. Y tú quieres ser devil hunter para ir tras Shiori ¿verdad?
Pronunció las últimas palabras algo molesto, le enojaba que un vagabundo y sucio como el vaya tras Shiori, Aki pensaba que alguien tan digno, dulce y amable como Shiori era demasiado buena para alguien como Denji. Si se ponía a pensar con cuidado, Shiori incluso era demasiado para él mismo, sin embargo Makima la había dejado en sus manos y la albina estaba más que capacitada y bien cuidada. Shiori era alguien especial incluso para la misma pelirroja y confiaba en él para cuidar de su arma más preciada, no dejaría que un vagabundo como ese estuviera tras su pequeña albina sin salirse con la suya.
Además Aki ya tenía algo de conocimiento sobre el rubio, ya que en la mañana Shiori le había platicado sobre él, centrándose más en sus acciones y reacciones del rubio cuando la albina se acercaba al nombrado, dándole ideas poco bonitas en su cabeza.
