-¿Seguras que los Seelies creen que Valentine mató a sus exploradores? -cuestiona Maryse-.
Cuando llegaron al Instituto cada uno de fue por su lado, ahora Isabelle y Morgana estaban con sus padres poniéndoles al tanto de lo que sabían.
-Por eso rompieron contacto con la clave, consideran cambiar de bando -asegura la rubia mirando a su padre-.
-Eso es totalmente irracional -suelta la mujer-.
-Es instinto de conservación -la corrige Lucifer- Ellos creen que Valentine puede ganar.
-Los Seelies siempre están del lado ganador -dice Izzy-.
-Nunca confies en gente que no puede mentir, encuentran formas más inventivas de apuñalarte por la espalda. Supongo que eso te atrae -dijo Maryse y se retira seguida de Lucifer-.
-¿Estás bien? -pregunta Morgana-.
-Si, busquemos a Alec -dice y la rubia hace una mueca- Todavía tenemos que hablar de lo que pasa entre ustedes.
Las dos fueron en busca del azabache y lo encontraron en su oficina mirando por la ventana.
-Hoy mamá actúa de forma rara -habla Izzy entrando-.
-Ha actuado de forma diferente desde que regresó de Idris -suelta Alec volteandose y mira a Morgana- ¿Tú padre no te dijo nada?.
-Nop, solo que me mantenga al margen -se encoge de hombros- Soy la menos indicada para meterme en disputas entre subterráneos y shadowhunters.
-Y tiene razón.. Es la misma mamá que me critica todo el tiempo -suelta- ¿Has hablado con Jace?.
-Él puede llamarme cuando termine de perseguir a la niña -declara serio-
-Alec, tienes que llamar a Jace -habla Morgana tratando de que entre en razón-.
-¿No hay un bienvenido a casa para su viejo? -escuchan y se voltean a la puerta para ver a Robert Lightwood y a el menor de los hermanos-.
-¡Max! -dice Alec y el niño corre a abrazarlo, mientras que Izzy abrazaba a su padre-.
-Hola Morgana -saluda el hombre con una sonrisa que es devuelta-.
-Los dejaré para que hablen -dice respetuosa y sale del cuarto para ir al suyo-.
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-Prométeme que no seguirás adelante con esto -exclama Isabelle apareciendo en la sala de entrenamientos en donde Alec golpeaba un saco de boxeo- Prométeme que dirás que no.
