-Oigan, ¿alguien más cree que esto está demorando demasiado? -pregunta Simon mientras calentaba sus manos en el fuego- Tal vez debamos tu debas ir a ver.
-Jace lo tiene cubierto -responde Alec, quién estaba recostado sobre un muro-.
-Si.. Los Hermanos Silenciosos son algo desagradables -murmura Morgana avivando el fuego con su magia-.
-Eso no ayuda, en absoluto -habló Simon nuevamente- ¿Que pasa si Clary no puede manejar a los Hermanos Silenciosos? ¿Que..?.
-Literalmente no paras de hablar -lo interrumpe Alec-.
-¿Siempre es tan encantador? -les pregunta Simon a las chicas-.
-Te sorprenderías -dice Morgana divertida y Alec rueda los ojos-.
-Primogénito -le responde Izzy- Pesada es la cabeza que lleva la corona.
-Lo entiendo, hijo único -comenta- Mi madre quiere que sea un contador.
-¿Y tú? -inquiere Isabelle coqueta- ¿Qué es lo que quieres?.
-¿Yo?.. Bueno, estoy en una banda -confiesa-.
-¿Si? ¿Qué tipo de música?.. Dejame adivinar, ¿indie rock? -le preguntaba y Morgana solo los miraba divertida-.
-Si -asiente-.
-¿Tienes algo en tu teléfono?.
-Claro, grabamos el último concierto, fue un éxito -cuenta emocionado- Dejé mi teléfono en la camioneta.
-Vamos a buscarlo -dice-.
-¿A donde van? -cuestiona Alec serio al ver que su hermana y el mundano se estaban alejando-.
-Déjalos Gideon -interfiere Morgana ganándose una sonrisa por parte de su parabatai y una mala mirada del azabache al escuchar su segundo nombre-.
Isabelle se fue junto al mundano a la camioneta dejándolos solos.
-No deberías hacer eso -escucha la voz de Alec atrás suyo-.
-¿Hacer qué? -pregunta sin mirarlo-.
-Jugar con fuego -Morgana lo mira por sobre su hombro unos segundos y luego la lleva al fuego nuevamente. Desde que habían hecho esa fogata improvisada por el frío no había parado de alterarla con su magia- La última vez terminaste con tus manos quemadas.
-Sabes Alec -se voltea para encararlo, para descubrir que el azabache se había movido y ahora estaban a escasos centímetros- Tal vez me gusta quemarme.
Alec traga grueso al escucharla y un hormigueo se instala en la boca de su estómago. Los dos tenían la vista puesta en los ojos del otro, creando una pequeña guerra de miradas.
-Pues no debería gustarte -susurra descendiendo su mirada a sus labios por un microsegundo, acto que no pasó desapercibido por Morgana- Es peligroso.
Lo peligroso es que los dos entendían que no se referían al fuego.
-Bueno.. -se acerca acabando con el espacio que los separaba cada vez más- ¿Para qué venimos al mundo si no vamos a correr riesgos?.
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|𝐂𝐀𝐙𝐀𝐃𝐎𝐑𝐄𝐒 𝐃𝐄 𝐒𝐎𝐌𝐁𝐑𝐀𝐒| Alec Lightwood ¹
Fantastik𝐒𝐞𝐫 𝐦𝐢𝐭𝐚𝐝 𝐚́𝐧𝐠𝐞𝐥 𝐲 𝐦𝐢𝐭𝐚𝐝 𝐝𝐞𝐦𝐨𝐧𝐢𝐨 𝐧𝐮𝐧𝐜𝐚 𝐟𝐮𝐞 𝐟𝐚́𝐜𝐢𝐥 𝐩𝐚𝐫𝐚 𝐌𝐨𝐫𝐠𝐚𝐧𝐚, 𝐭𝐮𝐯𝐨 𝐪𝐮𝐞 𝐚𝐩𝐫𝐞𝐧𝐝𝐞𝐫 𝐚 𝐥𝐢𝐝𝐚𝐫 𝐪𝐮𝐞 𝐥𝐚 𝐬𝐞𝐧̃𝐚𝐥𝐚𝐫𝐚𝐧 𝐜𝐨𝐧 𝐞𝐥 𝐝𝐞𝐝𝐨. 𝐘 𝐚𝐡𝐨𝐫𝐚 𝐜𝐨𝐧 𝐥𝐚 𝐥𝐥𝐞𝐠...