TRES

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Wonwoo vuelve a casa dos horas después, sube las escaleras hacia su habitación con cuidado de no hacer ruido, no sabe si Mingyu seguirá en casa así que prefiere no alertar a nadie con su llegada. Cuando por fin está en su habitación cierra su puerta con seguro y se quita la chaqueta tirándola al suelo. Suspira, su mirada se dirige al espejo de cuerpo entero frente a su cama.






Se mira al espejo, su mirada baja por la camisa negra que lleva hasta sus pantalones ajustados, las yemas tocan las telas... y se siente miserable. ¿Por qué pretende de esa manera? Por más ropa que bonita que trate de ponerse seguirá viéndose roto. Ni siquiera con su amigo pudo disimularla.





"¿No dejas de pensar en ese beso, verdad?"

"No es solo eso, no puedo dejar de pensar en todo."






Seokmin trató de animarlo, lo llevó a pasear a un lugar bonito, le compró comida y siempre le mostró una sonrisa, pero por más que quiera distraerse pasando tiempo con su amigo, no es tan fácil deshacerse del dolor.






— ¿Entonces te quedarás a dormir?

Wonwoo agudiza su oído al escuchar la voz de su prima fuera de su cuarto, al parecer hablando con Mingyu.

Mierda, pensé que se había ido piensa. Rápidamente entra al baño y se da una rápida ducha para cambiarse de ropas. Cuando termina de vestirse es cuando Soojin toca su puerta.






— ¡Wonwoo, sal un momento por favor!

La voz dulce de su prima lo hace suspirar, con pesar se acerca a la puerta y la abre.

— ¿Qué ocurre, Soo?

— Quería avisarte que Mingyu se quedará a dormir ya es muy tarde para que llegue a su casa, ¿Qué dices?

Wonwoo arquea ligeramente una ceja, su mirada pasa de su prima al alto chico detrás suyo y hace una mueca. — Sí, puede dormir en el sofá. — Dice cruzándose de brazos y tratando de cerrar la puerta. — Buenas noches, Soo.







La mano de su prima detiene la puerta y Wonwoo se extraña por eso. — ¿Algo más?

— Sí, verás... Él no puede dormir conmigo por obvias razones así que pensaba que podría quedarse contigo, ¿Qué dices?

Ella sonríe para tratar de animarlo a aceptar pero Wonwoo se niega rápidamente. Sabe que su prima intenta juntarlos para que se lleven mejor, pero él simplemente no puede aceptarlo.

— ¿Por que no duerme en el sofá?

— ¡Hace mucho frío ahí!

Mingyu presencia incómodo la discusión entre primos sabiendo que es por su causa y aún peor porque Wonwoo lo rechaza. Él realmente cree que le cae muy mal al chico.

— Soojin...

— Por favor. — Ella ruega una última vez y ahí es cuando Wonwoo baja los hombros y asiente.

— Bien, bien. Trae la bolsa de dormir, está en el cuarto de mi mamá. — Le ordena a Soojin quien tiene una gran sonrisa en su rostro por haberlo convencido. En un momento se aleja de la escena dejando a Wonwoo y a Mingyu solos.





No puede dormir.

Todo es culpa del chico que duerme al lado de su cama, dentro de aquella bolsa de dormir. Se mueve de un lado para el otro, pero no logra caer dormido, tiene demasiado en su cabeza. Wonwoo piensa demasiado las cosas, por eso se ha convertido en una persona insegura, aunque su ex-novio siempre lo ayudó con eso ahora no tiene a nadie para apoyarse.

Él se siente más solo que nunca. Y siempre ha sido así, pero con Mingyu a su lado era diferente. Mingyu era atento, de muchos amigos y cariñoso, noble y amoroso. Él se considera inseguro, de pocos amigos y reservado con sus problemas y sentimientos, el tipo de persona que se ahoga solito en sus penas.

Mingyu le ayudó a tener más confianza de abrir su corazón, pero ahora todas enseñanzas quedaron atrás con el accidente que le arrebató la memoria a su chico y a él su corazón.

Gira su rostro hacia el chico alto de cabello azul, sonríe por la ternura que da cuando murmura dormido y por la extraña posición en la que siempre duerme. Sus brazos parecen enredados y al tener la boca abierta le da un toque gracioso pero tierno, al menos a sus ojos. Pero su sonrisa cambia por una expresión de preocupación cuando lo nota removerse como si experimentara una pesadilla.

Se levanta de la cama y se coloca a su lado sobre sus propias rodillas. Su mano sin dudarlo empieza a acariciar el cabello suave y azul del hombre. Pasa saliva al sonrojarse viendo si rostro.

Es muy guapo, siempre lo ha sido piensa. Con sus caricias él parece calmarse y dormir más tranquilo. Lo escucha murmurar entre sueños así que vuelve a sonreír, sus mejillas están rojitas y sus manos las cubren a pesar de que nadie lo ve. No puede evitar sentir nervios en su estómago, esos que algunos llaman mariposas.

Tan guapo, tan lindo a sus ojos.

Recuerda la primera vez que Mingyu se quedó dormido con él mucho tiempo atrás, fue esa noche donde él el pinto a Mingyu el cabello de azul porque este es el color favorito de ambos, y desde entonces siempre se lo pintaba de aquel bonito color.

Sonríe, pero su momento dulce se convierte en uno triste cuando las comisuras de sus labios tiemblan, las lágrimas se acumulan en el borde de sus ojitos. Duele saber que esa bonita noche quedará en el olvido porque él es el único que lo recuerda. Duele que sus recuerdos más hermosos se marchen con lágrimas amargas.

Por eso mismo necesita algo de consuelo, algo que lo ayude a dormir.

"¿Qué pasa? ¿Tuviste una pesadilla, Wonwoo? Te daré un beso, siempre te ayuda a dormir."

Sus manos siguen acariciando sus cabellos, descienden al costado de su bonito rostro y acuna su mejilla. Sin poder evitarlo se acerca a él, tan cerca que puede sentir su calmada respiración contra sus labios.

Tiene el sueño pesado, siempre lo ha tenido, no se dará cuenta piensa.

Los nervios explotan en su estómago cuando sus labios tocan los rosados de Mingyu. Es un toque íntimo, labios tibios y pegados con dulzura, como una caricia que había estado esperando por mucho. Se separa y una lágrima cae por su mejilla pero la limpia.

Lo ve dormir tranquilo y aprieta los labios, se levanta y regresa a su cama para por fin quedarse dormido. Mientras el dormía plácidamente, no se percató de que Mingyu tenía los ojos bien abiertos y la respiración agitada.

Saturno - Minwon/MeanieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora