Saturno - Minwon/Meanie

DIECISIETE

El amor es difícil de comprender, porque funciona de distintas maneras y afecta en diferentes proporciones en cada persona.

— Mingyu. — Se acerca a su carpeta.

El sube la mirada. — ¿Wonwoo? ¿Qué pasa?

— Hablemos.— Pide con suavidad. Mingyu accedió y pronto se encontraba metiendo sus cuadernos dentro de su mochila para salir del casi vacío salón de clases.

Cada ser humano tiene un diferente concepto acerca de qué es el amor. No todos hemos amado de la misma manera, el enfoque es distinto, depende de lo que has vivido y a quienes has conocido. El amor es difícil de entender, pero la sensación que te deja es indiscutiblemente sublime, ya sea para tu salvación o perdición.

— Creo que aquí está bien. — Se detienen a la mitad del pasillo, nadie está al rededor y pueden hablar con tranquilidad sin tener que salir del lugar.

— ¿Qué tenías que decirme? — Sus ojitos redondos lo miran atento desde arriba, luciendo calmado pero por dentro se moría de los nervios.

Para Wonwoo, el amor es un sentimiento que te hace sentir completo, es sanador, es lo que une a las personas y lo que da fuerzas para seguir, por más roto que estés, siempre habrá una persona que te haga alzar la cabeza frente a las adversidades. Por ello, decidió que no se rendiría, porque como bien Soojin le dijo, él tiene derecho de recuperar lo que les arrebataron de manera injusta.

— ¿Tú quieres recordar nuestra relación?

Eso fue de completa sorpresa para Mingyu, lo tomó desprevenido. — ¿Por qué la pregunta?

Wonwoo toma aire produndamente y luego exhala, sube la mirada. — Luego de la cita de hace unos días que, honestamente, fue un desastre. — Ríe un poco, Mingyu se sonroja por la verguenza. — Pensé mucho, y también hablé con Soojin sobre esto, como me aconsejaste. — Pasa saliva. — Y llegué a la conclusión de que quiero ayudarte a recuperar tus memorias.

— Wonwoo-

— De esa manera, quizás podamos ser lo que éramos antes... ¿Te gustaría intentarlo? Sería un último esfuerzo. — Se queda al borde unos momentos, esperando la respuesta tan esperada del peli azul, que tarde mucho en llegar. Wonwoo baja la mirada. — Si no es lo que quieres, está bien, lo en-

— No, está bien. — Da un paso al frente. — Podemos intentarlo, ¿no? - Le sonríe, una sonrisa que aunque Wonwoo no quiera, derrite su corazón.

Wonwoo tiene derecho de amar y ser feliz. Ha intentado a lo largo de estos tres meses hacerle saber a Mingyu que puede recordar como eran antes del accidente, y la manera en que el amor los unió.

Acepta las consecuencias que su decisión puede traerle, las acepta completamente.

— Entonces, intentémoslo.

Ese día se arriesgó, se arriesgó mucho, pero no se arrepentía en absoluto. Aunque no puede negar que, con el paso de los días y semanas, cada noche antes de dormir se cuestiona si en algún momento regresarán a lo que fueron, y Mingyu le dirá con los ojos llenos de amor que recuerda todo.

Quizás cada visita a los lugares que les gustaba ir, las canciones que escuchaban, los bailes que solían disfrutar, no den los frutos que él espera.

Como pasó uno semana después.

—¿Te gusta?

— Es... — Sus ojos recorren las copas de los árboles bajo suyo, con el atardecer acariciando su rostro. — Muy bonito. — Para Wonwoo sus ojitos redondos y su cabello azul se ven preciosos bajo la luz amarillenta que el sol les brinda.