Serie de los CP 21 - La Ira Interior de Xiumin

Capítulo 2

El hecho de que les tomara menos de quince minutos llegar hasta uno de los lugares que supuestamente Declan estaba utilizando como casa de seguridad, no ayudó al estado de ánimo de Xiumin en absoluto. Sólo la idea de que algo tan malo pudiera estar cerca de su familia lo hacía querer encontrar al hombre y colgarlo por sus propias tripas. Eso después de que le rebanara la cabeza como si fuera una calabaza.

A medida que se acercaban y miraban al gran edificio de oficinas frente de ellos, Donghyun dijo: —Realmente espero que esté aquí. Toda la coalición será más feliz.

—Especialmente Minki, ya que fue Declan quien ofreció una recompensa por él —reflexionó Xiumin mientras se agachaba.

Recogiendo un puñado de suciedad de la carretera, Xiumin lo llevó hasta su nariz. Junto con los olores habituales del alquitrán, vidrios y otros escombros, estaba el inconfundible olor de un cuervo. Ahora lo único que quedaba por ver era si se trataba de su cuervo.

Utilizando sólo gestos con las manos, Xiumin señaló una puerta trasera que había quedado entreabierta. A diferencia de la mayoría de los pozos donde generalmente se escondían los Cuervos, éste era un lugar próspero y exclusivo. Lo que significaba que habría cámaras de vigilancia y guardias. No es que Xiumin y Donghyun no pudieran lidiar con ellos, pero cuanto menos contacto, mejor.

Xiumin se preguntaba cómo había sido capaz el cuervo de permitirse una cueva tan agradable. Como vivían en la periferia de la periferia de la sociedad, no era exactamente que anduvieran sueltos de efectivo. Pero ese no era el caso de Declan. No sólo utilizaba un alias para alquilar un piso entero del edificio, sino que de acuerdo a su informante, tenía alquilado otros dos lugares más. El compañero de Minki, Minhyun, junto con Taeyong, estaban revisando uno de esos lugares. Yunho y Ten el otro.

Todos ellos tenían una razón para querer al cuervo muerto. Aunque Luhan no había sido tan maltratado como Minki, Declan lo había mantenido cautivo por un tiempo. Xiumin se había despertado muchas noches por los gritos de las pesadillas de Luhan. Había pasado más de una noche en la que se había quedado despierto toda la noche, sosteniéndolo y calmando sus temores.

Yunho había puesto una prohibición estricta de que ningún asesino llevara de vuelta las cabezas de sus enemigos, pero Xiumin tenía la sensación de que el líder de la coalición estaría dispuesto a hacer una excepción en este caso.

Justo cuando estaban a punto de hacer su movimiento, un hombre alto, elegante, de cabello oscuro, salió por el callejón. Encendió una cerilla, la llama iluminando brevemente su rostro demasiado pálido.

¡Bingo! Un cuervo, pero no Declan. Eso todavía no decepcionó a Xiumin ya que el ave ante ellos era claramente un lacayo. Justo la clase de idiota que respondería ante Declan.

Moviéndose rápidamente, aún sin hacer ruido, Xiumin pilló al hombre por detrás. Sacó una de sus espadas más siniestras, envolvió su brazo alrededor del cuello del cuervo y presionó la hoja en la garganta del gilipollas.

—Hey, pequeño pájaro. ¿No sabes lo peligroso que es salir solo en la oscuridad? —cantó Xiumin.

El cuervo se tensó, su cigarro cayó al pavimento. —¿Qué quieres de mí?

—Toma una bocanada profunda, estoy seguro de que olerás la locura que sale de mí —incitó Xiumin.

Xiumin había cometido el error de utilizar esa línea una vez frente a Luhan, y su compañero lo había hecho pasar un infierno por eso. Siempre se negaba a ver las fallas de Xiumin, y clamaba constantemente que Xiumin era único, en vez de un psicótico. Demasiado malo para el cuervo que no fuera cierto. Xiumin era un leopardo, y no estaba interesado en ser agradable. No cuando se trataba de su compañero.