Una Noche Roja - 1

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I

Itachi leyó por enésima vez la nota de suicidio que tenía frente a él y no pudo evitar sentir una oleada de abatimiento socavándole en el interior un agujero más grande que el que ya tenía. La primera vez que había leído el maltrecho retazo, había sentido un vuelco de enojo y frustración arremolinándosele en el estómago; sin embargo, desde el momento en el que Yashiro le había tendido el pedazo de papel esa mañana, él había reconocido la innegable caligrafía de Shisui escrita con angustia y premura.

Después de haberla repasado incontables veces en la penumbra del templo era imposible no darse cuenta de ello. Shisui había compartido su sufrimiento, sus ideales y había terminado pagando un alto precio por ellos. Y él estaba a nada de hacer su último gran sacrificio para proteger el legado de su amigo. Nadie mejor que Itachi entendía los sentimientos impostados en aquellas palabras

Inquietud, preocupación sobre el futuro incierto que él ya no podría ver y que había dejado encargado en sus manos impregnaban las últimas palabras de Shisui. E Itachi no dudaba que ese insulso detalle hubiera pasado desapercibido por el cuerpo de policía. A ellos sólo les importaba los hechos, mas no los por menores de la situación.

Y el hecho era que Shisui estaba muerto, y que él era el principal sospechoso.

La mirada apagada de Itachi se despegó de la última línea del sucio y roído papel para echar la cabeza atrás, observando el techo del templo. La imagen de Susano, Amaterasu y Tsukuyomi formaban una trinidad celestial, y en su centro, el símbolo de su Clan se hallaba gravado con florituras.

El orgullo Uchiha.

A pesar de tener una vista privilegiada, otorgada directamente por la mano del Sabio de los Seis Caminos, lo esencial era invisible a los ojos de su Clan. Y deseaba poder reprocharles el no permitirse ver más allá de lo evidente. Todos lloraban la muerte de Shisui, pero muy pocos realmente lo habían conocido, a él y al sentido de su vida. Su muerte no sólo había afectado a Itachi, también había sido un golpe duro a la moral y al orgullo imperioso del Clan, aunque no fuesen por las mismas razones.

"Si era por el bien del Clan, siempre se presentaba voluntario a cualquier misión." Había dicho Inabi.

El clan, el clan...

Itachi bajó los párpados con pesar; jamás entenderían el significado real de las palabras de Shisui, como tampoco el significado de su muerte y el verdadero valor que había tenido la villa para él.

Pero ahora ya no estaba, lo había dejado solo a mitad del camino; se había marchado dejándole la pesada loza a cuestas, y una promesa que no estaba seguro de poder cumplir. Porque era prácticamente imposible defender a la villa y proteger el orgullo del Clan.

Itachi apretó la nota en un puño, con la espalda apoyada en la pared, y sintiendo como las fuerzas abandonaban su cuerpo, se deslizó al suelo como una vulgar marioneta cuyos hilos han dejado de tensarse. Y pensó en el momento exacto en el que había empezado a distanciarse tanto de su familia como de los Uchiha.

Cerró los ojos, derrotado, y una nube de recuerdos desfilaron, raudos y vívidos, en su memoria.

Durante la última Gran Guerra Civil, Konoha y los Uchiha habían intervenido obligándolo a participar; ambos bandos habían cobrado un sin fin de vidas, pero él no había querido hacerlo... Hasta que un enemigo del país del Rayo, que él había dejado inconsciente, se levantó y trató de hundir la hoja de su arma contra el cuerpo de su madre.

Itachi había visto con horror el miedo reflejado en el rostro de Mikoto y su cuerpo había terminado por reaccionar por sí mismo. La desesperación lo obligó a retirar la katana impostada en uno de los cuerpos adyacentes y con una precisión inusual, Itachi observó cuadro por cuadro cómo el filo de la hoja atravesaba a aquel hombre, mismo al que su padre había cortado la cabeza en ese mismo instante, salvando a su mujer.

Su madre había caído de rodillas, y con un gesto de mano lo había mandado a llamar hacia ella. Lo abrazó con fuerza, sintiéndola aferrarse a él con desesperación y temblar contra su cuerpo, emitiendo un ligero resuello.

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