Especial 4: Deseo imparable

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-¡¿Estás loco?! Key puede parecer débil, pero no lo es.

-¡Todo es su culpa! Le conto todo a Mir. Jip, Si no lo hubiera hecho, podría estar con Mir y Thunder.

-Sabes que eso se sabría tarde o temprano.

-Pues mejor tarde, jip. Ese idiota se merece una paliza, jip. Tiene que pagar por lo que hizo.- Se levanta. –Merece ser violado, jip.- Se dirige a la puerta.

-¡Joon¡- lo halo del brazo. –No fue Key.- Intenta soltarse. –¡Fui yo¡

-¿Qué?- Se detiene, se vuelve hacia mí y logra soltarse.

-Yo le dije a Mir que lo engañabas, si alguien merece ser violado, soy yo. -¿Por qué estoy diciendo eso?

-Así que tú me traicionaste.- Me sujeta y me empuja contra la pared. –Tienes una boca muy grande Jinki.

-No lo soportaba más, estabas haciéndolo sufrir.

-¿Y eso a ti en que te afectaba? No me digas que eres uno de esos seguidores secretor de Mir.

-No me interesa Mir, lo sabes.- Intento alejarlo pero sujeta mis mano y las pone sobre mi cabeza. -¡¿Qué haces, suéltame?!

-Tú te ofreciste, ya que perdí a mis dos mejores polvos... tendrás que remediarlo.- Me sujeta y me tumba en la cama, me quita el cinturón y ata mis manos con el. Con una mano de tiene mis brazos y con la otra levanta mi camisa y masajea mi abdomen. –Veamos si vale la pena haber perdido a esos dos.- Abre mi pantalón e introduce su mano y palpa mi miembro.

-Joon...

-Olvídalo, no lo hare.- Se detiene y se tumba junto a mí. –Puede que este ebrio, pero aún sé que es correcto y que no, aunque me cuesta reconocerlo.

-¿Qué?

-Cállate Jinki, déjame dormir.

¿Acaso no se dio cuenta, lo borracho no lo dejo sentir mi erección? He estado esperando esto por mucho tiempo, estuvo tan cerca ¿No puede dejarme así, o si? Esta es mi oportunidad, la única que tendré para follar con él, esta borracho y no lo recordará mañana.

-Joon... ¿duermes?

No contesta, puede que solo haya intentado asustarme, pero ahora no puedo frenarme. Lo he sentido tan cerca que no puedo, que mis deseos más suprimidos quieren liberarse, contra mí y contra todo, quieren arrasar con él. Quiero hacerlo mío y ser de él.

Me siento en la cama, lo veo y tiene los ojos cerrados. No creo que duerma, esta ebrio pero conozco a Joon, él no suele dormirse fácilmente en ese estado. Puede que este menos ebrio de lo que creo, que en verdad este consiente de lo que iba a hacer y por eso paro. De ninguna manera, me niego a creer eso, esta es mi oportunidad y no la voy a perder.

-¿Joon?- Me siento sobre su cadera. –Sé que estás despierto.- No dice nada. –Joon.

Suelto mis manos y bajo despacio a la altura de su oreja y me atrevo a susurrar su nombre otra vez. No hay respuesta.

-Joon... quiero probarte.- Meto mis manos bajo su camisa, masaje sus abdominales. –No sabes cuantas ganas te tengo. –Me quito mi camiseta y la arrojo lejos. –¿No vas a decir nada?- Bajo de nuevo, esta vez a su cuello, empiezo a recorrerlo con mi lengua, reparto besos y hago unos cuantos chupetones. Deslizo una de mis manos desde su pecho hasta su pantalón, lo abro e introduzco mi mano.

-Jinki...- Dijo con voz entrecortada. -¿Qué haces?

-Sabía que estabas despierto. –Seguí repartiendo besos en su cuello y pecho.

-No está bien, detente.

-Claro que está bien, yo lo quiero.

-Solo quieres recompensarme, pero yo no quiero forzarte a hacer esto, no es necesario.- Sujeta mi barbilla y me obliga a mirarlo a los ojos.

-Quien dijo que me estas forzando, lo hago porque quiero. –Me acerco a su rostro y lo beso. Por fin llego ese beso que tanto he esperado.

-Para, si sigues así no me podre controlar.

-No quiero que te controles. –Comienzo a repartir besos nueva mente, pero esta vez no me limito a su cuello y pecho, besos sus mejillas, pómulos, ojos y cada centímetro de su rostro.

-Jinki...

-O me follas o te follo, pero ten por seguro que esta noche tendremos sexo.

Joon permaneció inmóvil unos segundos, si no lo hubiera vuelto a besar hubiera permanecido así por un rato más.

-Lo digo en serio Joon.

No dijo ni una palabra. Me tomo por los hombros y me tumbo, empezó a besarme, se quitó su camisa y torpemente intentaba deshacerse de mi pantalón y también el de él. Esto era un sueño, o por lo menos para mí lo era, era irreal.

Hice que se tumbara. Baje a su entre pierna, aún conservaba su bóxer, podía ver claramente su erección intentando liberarse. Yo me enmarcaría de libéralo de su sufrimiento. Tome su miembro y comencé a masajear. Iba de arriba y debajo de forma lenta. Cuando introduje su miembro a mi boca, escuche su gemido, fue el sonido más erótico.

-Jinki, esto está bien.- Halo mis caderas a el y sujeto mi miembro llevándoselo a la boca, brindándome el mismo placer que yo le brindaba.

Hizo que me detuviera y se colocó tras de mí. Era el momento. Pero dudaba un poco, frotaba su miembro sobre mis nalgas.

-Te estoy esperando, no hagas que me impaciente.- Le dije, casi de inmediato entro en mí.

-Me gusta rápido y rudo ¿crees seguirme el paso Jinki?

-Pruébame.

Comenzó a penétrame de forma lenta, pero sintió mi necesidad y no dudo en aumentar la velocidad. Tal como dijo, era salvaje. Lo forcé a cambiar de posición quería ver su rostro, quería ver cómo me penetraba.

-No me gusta hacerlo de esta forma, mi velocidad disminuye.

-Túmbate.

Subí en él, tenía el control completo de la situación, podía verlo perfectamente. Podía ver su cara llena de placer, ver cómo me follaba. Me hacer que y comencé a besarlo de nuevo, nuestras lenguas bailaban el más sensual baile que haya existido.

-Eres genial. –Dijo entre gemidos.

Nuestra respiración era agita, estábamos por llegar al clímax. Mi más retorcida fantasía se estaba cumpliendo. Estaba teniendo sexo con mi mejor amigo, con mi amor prohibido. Un acto indecente que simplemente no podía ser.

-Me voy a correr.- No pude evitar aumentar la velocidad al oírlo decir eso. Estaba por correrme con él, quería que nos corriéramos juntos. –Corrámonos juntos Jinki. –Su voz entrecortada y agitada me estaban aún más.

-Me vengo.- Logre decir con el poco aliento que tenía.- Sujeto mis caderas e hizo aumentar aún más la velocidad.

-Yo también.- Enterró sus dedos en mis muslos, seguido de los espasmos. –Me vine.

Me deje caer a su lado. Observe su cuerpo sudoroso, su rostro brillaba a causa de eso. Me acerque a su rostro para besarlo de nuevo. Posiblemente el último beso que podría darle.

-Te amo Joon. –Susurre al despegarme de sus labios.

-También te amo. –Dijo unos segundos antes de quedarse dormido.


The Almighty Miracle *EspecialesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora