capitulo 3: Pero somos familia

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     Ya era de noche y el descontrol inundó Yunkai los inmaculados junto a los esclavos acaban con los amos mientras nosotros buscábamos a nuestro contratante y lo ayudábamos a escapar junto con su mujer. Al terminar las puertas de la ciudad se habren, afuera los mercenarios duermen.

     Con sigilo pasamos entre ellos y una vez que llegamos a mi barco les digo que zarpen a Braavos y luego vuelvan con toda la flota. Junto con unos 10.000 hombres volvemos al campamento de Daenerys, veo a uno de los capitanes mercenarios matar a un inmaculado y robar su ropa. Lo sigo de cerca y lo veo entrar a la carpa de la reina dragón. La peliblanca estaba bañándose cuando el pervertido de Naharis entra a su tienda y toma de rehén a la morocha amiga de la reina. Cuando Daenerys se da cuenta del intruso hago yo mi aparición, por detrás de el.

     - mi querido Daario, dime ¿amas tu pequeña verga? - le pregunto mientras tengo una daga puesta en su entrepierna.

     - La yegua indomable. ¿ todavía no conseguiste que un hombre te coja bien? - me responde.

     - eso quiere decir que no, entonces vas a ocupar el lugar del inmaculado que mataste - presionó mi daga sobre su pene para cortarcelo el suelta a la muchacha y su cuchillo. Golpeo sus rodillas por detrás y lo hago caer, para luego tomarlo de su cabello y ponerle mi daga en su cuello.

     - Eso pensaba - le susurró en el oído llevándome una mirada de odio por su parte.

     - ¿Como salió todo? - Me pregunta Daenerys.

     - Como dije que saldría. Ya tomamos la ciudad. Los esclavos son libres y tus hombres esperan tus órdenes.

     - ¿Y tú trabajo?

     - El muchacho y su familia van directo a Braavos, a vivir felices para siempre. - le digo sonriendo mostrando mis dientes. La sonrisa más falsa de mi vida.

     - ¿Y tú qué buscas? - le pregunta al mercenario lame botas.

     - Tuve un desacuerdo con mis capitanes.

     - Y eso importa por qué... - Le pregunto yo.

     - Ellos no estaban de acuerdo conmigo. En que me importaba más tu belleza que el oro de Yunkai. - me ignora para seguir hablando con la enana.

     Daenerys sale de la bañera desnuda y su amiga le pone una bata ensima, mira a Daario esperando algo más y este le señala una bolsa a sus pies. Yo la tomo y la vació frente nuestro, son las cabezas de sus comandantes.

     - Los Cuervos de Tormenta son suyos mi reina. - le dice estando arrodillado y bajando la cabeza.

     - Hasta que alguien pague mejor - digo yo retirándome, pero la enana me llama justo cuando estoy por salir. Me volteo mirándola con cansancio.

     - ¿Y ahora qué? - le pregunto

     - ¿A dónde irás? - Me pregunta

     - No lo sé, algún lugar donde pueda emborracharme y cojer. Y luego donde el viento me lleve. Ya termine mi trabajo acá y la cuidad es tuya ahora. Nuestro acuerdo terminó.

     - Pero somos familia. Y me dijiste que me ibas a contar sobre ellos. - Me dice triste. La miro con aburrimiento y le digo que está bien que se deshaga de la basura que tiene enfrente y se vista mientras voy a buscar cerveza y finalmente salgo de ahí. Una hora después vuelvo a la tienda y la encuentro ya vestida y sola sentada al lado de una mesa, tomó la otra silla y me siento frente a ella. Mientras me embriagó le cuento todo lo que pasó antes, durante y después de la rebelión. Como era su padre, sobre su madre, lo que hizo Rhaegar, sobre la profecía, mostrándole la daga. Como murió mi madre y mi hermano, y como escapé yo. Así estuvimos hablando toda la noche, me contó sobre cómo vivió todos estos años, y como la trató Viserys. Lo que le contó sobre su padre y la rebelión, como la vendió a los dothrakis, como murió y más. Ya para el amanecer me pidió que me quede con ella y la ayude a recuperar el trono que era más mi derecho que el de ella, pero yo le dije que si yo tomara ese maldito trono lo quemaría, a lo que ella sonriendo me respondió que si la ayudaba me dejaría hacerlo. Con todo ya dicho me retiré a mi campamento y cuando llegué a mi tienda me dormí automáticamente olvidándome del mundo.

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