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Prologo.

El día había llegado. Ya no hay vuelta atrás. Guardaría todas las cosas en sus cajas correspondientes. Le había preguntado a mi familia, a mis amigos si tienen cajas que me puedan dar y recuerdo con gracia cuales fueron sus reacciones.
Mi madre se vio sorprendida y me preguntó que para que los querría; le mentí diciéndole que iba a donar las cosas que ya no usaba.
Mi hermana me pasó un montón de cajas pero eran todas pequeñas, así que las acabé tirando; de todas formas me las dio corriendo, sin pedir explicación. Tenía prisa por ir a ver a su hijo, mi sobrino, que estaba llorando. Su llanto se escuchaba desde las afueras de la casa.
Aunque de cierta forma no le había mentido a mi madre; de verdad iba a donar las cosas que no me servían, por que bueno... No iba a volver a necesitar nada mas. Había una gran caja donde se veía escrito con marcador negro 'ropa;donar', en una de las tapas. Allí esta mi ropa perfectamente doblada, lista para que sus nuevos dueños la recibieran en perfecto estado.
Al lado de esa caja había otra, pero esa decía: 'ropa;tirar'. Esa era la ropa que ya estaba tan rota y malgastada que nadie iba a usar.
Hice lo mismo con mis pertenencias, con mi guitarra, mi portátil...
Estaba realmente deshaciéndome de todo, al fin y al cabo no necesitaba nada material. Estaba parado en medio de la habitación, observando, pensando. Por primera vez desde que me he mudado no me siento como en casa. Esta todo tan malditamente siniestro, como si fuera un extraño invadiendo una propiedad privada. No podía mover ni un solo musculo.
Sentía que me faltaba algo, aun había algo por hacer, antes de irme para siempre, antes de dejar de existir.
Me agaché y mire debajo de la cama. Allí había una cajita de madera, cerrada. La saqué y quité el polvo que se había acumulado en la tapa. Sintiendo el corazón en la garganta, recordé que había ahí dentro. Algo que hace muchos años que no veía.
Tenía una pequeña idea de lo que había ahí dentro, y no me había equivocado.
Lo abrí lentamente, y saque el contenido. Y una idea cruzó por mi mente. Saque un cordel de un cajón de la mesilla de noche y lo puse todo en la cama. No estaba segura de hacer esto, pero al fin y al cabo era mi ultimo día. El ultimo día en el que podría hacer esto, y en realidad no me vendrá tan mal.
Por fin, después de muchos años, ha llegado el momento de recordar.

Hola, soy una nueva escritora, o, como podría definirme mejor; alguien que escribe. Llevo muchísimo tiempo en Wattpad como lectora anónima o simplemente votando alguna que otra historia.
Esta idea no es mía, lo leí en uno de esos libros de Story Ideas' para gente sin inspiración. Así que los créditos para el prologo es para Targarhyden. Después de coger la idea la he transformado a mi gusto, cambiando los personajes o cierta parte del trama. Solo espero que les guste.