Se aceptan pedidos. Solo pido paciencia.
➹Chico x chico
➹+18
➹ Algunos capítulos tienen temas sensibles, si no te agrada lee la advertencia del inicio de esos capítulos.
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➷Historias 100% mías.
"Well, I don't give a fuck about your friends I'm right here, here"
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"No hagas eso" -Kevin pidió entre leves risas, puesto que el menor estaba recostado sobre el, haciéndole cosquillas en el cuello.
"Creí que te gustaban mis besos" -Mateo respondió con una voz dolida falsa, puesto que aquellas cosquillas eran el producto del roce de su barba contra la piel del sensible cuello.
"Claro que sí, es solo que tu barba me hace cosquillas" -admitió riendo un poco, llevando una de sus manos a la cabeza del menor, acariciando despacio el corto cabello de este.
El croata sonrió y terminó de rocostarse sobre el pecho del mayor, cerrando sus ojos.
Ambos se mantuvieron en silencio por unos minutos, donde Mateo disfrutaba de los suaves toques de su pareja, eran tan relajantes y cálidos que sentía que pronto caería dormido, realmente disfrutaba de la compañía de Kevin.
Probablemente ambos habrían quedado dormidos de no ser porque se escuchó el timbre de la casa sonando, cosa que llamó la atención de ambos.
"Ah, por fin llegó" -dijo Kevin.
Mateo levantó su cabeza para ver al mayor. "¿Quien?" -se le hizo extraño, Kevin no me había dicho que estuviera esperando a alguien más.
"Ya lo verás" -Kevin sonrió. "¿Puedes levantarte?" -preguntó con una ligera risa.
Mateo hizo caso y se levantó rápidamente, quedando sentado a un lado del mayor, puesto que se encontraban en el sofá de aquella amplia sala.
Kevin se enderezó y paso a ponerse de pie, caminando hacia la puerta.
"Joder, estas tan bueno" -Mateo habló a las espaldas del mayor, soltando una risa morbosa, ya que mantenía su vista clavada en la fuerte espalda del Belga, la cuál estaba completamente descubierta gracias a que este no portaba una camisa que lo cubriera.
"¡Mateo!" -Kevin se volteó un poco, viendo al menor sentado con las piernas ligeramente abiertas y sus manos apoyadas sobre los muslos. Kevin tuvo que suspirar un poco, ver al croata de esa forma era lo más atractivo que había podido observar.
"¿Que?, es verdad" -respondió el menor con una risa sádica. "Anda, ya ve a abrir" -dijo una vez que el timbre volvió a sonar.
El belga volteó sus ojos y finalmente, luego de unos pasos, llegó a la puerta principal, la cual abrió. "¡Hola!" -dijo con emoción. "Ven, pasa" -dijo con una gran sonrisa.
A juzgar por la emoción del mayor, Mateo creyó que tal vez se trataría de alguno de sus compañeros de club o algo asi.
Eden Hazard entró al hogar del Belga menor, y de inmediato ambos jugadores se dieron un abrazo corto, para después separarse.
