Se aceptan pedidos. Solo pido paciencia.
➹Chico x chico
➹+18
➹ Algunos capítulos tienen temas sensibles, si no te agrada lee la advertencia del inicio de esos capítulos.
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➷Historias 100% mías.
Aviso: Este one-shot ocurre y/o esta ambientado en 2012, por lo que Cristiano tiene 27 y Ricardo tiene 30.
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"I've found a reason for me, to change who I used to be A reason to start over new and the reason is you"
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Una infidelidad podía doler una vida entera y ahora lo entendía.
¿Tan malo había sido? ¿Qué tipo de acción deplorable tendría que haber cometido como para que la vida lo hiciera pagar de esa manera?... Buscaba y buscaba entre sus recuerdos, tratando de encontrar algo, pero nunca encontró un motivo, ni un solo miserable motivo por el cual tenia que estar sufriendo de esa forma.
Pero bien, el sabia en lo que se estaba metiendo cuando se enamoró del Brasileño... Y tal vez era hora de que pagara las consecuencias.
Era otro día, otro maldito día en el que tendría que verle la cara al mayor, y no quería, no quería seguir sintiendo su corazón latir con fuerza cuando lo veía , solo quería dejarlo todo atrás, así como el mayor lo había hecho sin ningún problema.
Se levantó de su cama sin ningún tipo de emoción y caminó despacio hasta el baño de su habitación, donde se vio al espejo, logrando ver una imagen tan jodidamente deprimente, pero a pesar de esto, ya comenzaba a acostumbrarse.
Miró con atención su reflejo, sus ojeras, producto de noches enteras de insomnios y lagrimas eran lo que más resaltaban, seguidas por sus ojos cansados, que solo podían demostrar impotencia. Ni siquiera se hallaba a si mismo, le costaba creer que era el mismo que alguna vez se vio como alguien duro y que no necesitaba de nadie ni de nada para sentirse bien.
Agachó su mirada hasta el lavamanos, suspiró y abrió el grifo, dejando fluir el agua. Acumuló una pequeña cantidad de agua en sus manos, la cual llevó hasta su rostro, mojándolo de inmediato.
"Joder..." -susurró por lo helada que se encontraba el agua, pero al menos le servía para refrescar su rostro... Quería despejarse.
Miró el reloj de su muñeca, eran las 7 de la mañana. Suspiró frustrado, llegaría tarde al entrenamiento otra maldita vez...
Era claro que su día seria una mierda... Igual que todos los demás.
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"¿Otra vez tarde?" -Cristiano escuchó a su entrenador hablar.
"Lo siento... tuve un inconveniente..." -dijo, agachando su mirada.
"Siempre son excusas, ¿no es así?" -estaba molesto.
"En verdad lo lamento"
Escuchó con claridad un suspiro sonoro. "Que no se repita, lo digo muy enserio"
