🪄2. Paseo nocturno.

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La sala de los profesores estaba llena durante el descanso para almorzar, libros, plumas y pergaminos volaban de aquí para allá y se podían escuchar conversaciones de maestros indignados por el poco interés de ciertos alumnos en sus materias

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La sala de los profesores estaba llena durante el descanso para almorzar, libros, plumas y pergaminos volaban de aquí para allá y se podían escuchar conversaciones de maestros indignados por el poco interés de ciertos alumnos en sus materias. Con el pasar de los minutos, poco a poco los docentes que se encontraban ahí fueron recogiendo sus cosas y abandonando el lugar para dirigirse a sus respectivas clases.

Hoseok era uno de los que ya despegaban hacia las aulas, pero antes de que pudiese siquiera acercarse a la puerta, alguien irrumpió en la sala como un huracán. El recién llegado fue hacia Hoseok con tanta rapidez y decisión que el pobre tuvo que retroceder unos pasos para que el tipo no se lo llevara por delante como un tren descarrilado. 

Su espalda chocó contra una estantería repleta de libros centenarios, consiguiendo que se levantara una nubecilla de polvo desde los estantes más altos, y tragó saliva al comprender que no tenía escapatoria.

Su urraca, que hasta entonces estaba descansando tranquilamente en su hombro, graznó en señal de miedo cuando su dueño tensó la mandíbula ante la severa mirada del profesor Min Yoongi.

— ¿Qué se le ofrece ahora, profesor Min?

— Teníamos una conversación pendiente — respondió entre dientes. — Hizo que un estudiante llegara tarde a mi clase. No me importan los motivos, pero la impuntualidad es una de las cosas que más detesto en el mundo, así que espero que no se repita en adelante. Y sobre lo de este pajarraco... no tengo palabras.

Hoseok se limitó a asentir con la cabeza, el mensaje estaba claro. En realidad, él no había tenido nada que ver con que Jeon Jungkook llegara tarde, pero no desmintió la acusación porque supo que el chico – igual que otras veces, sólo que para otras clases – le había utilizado como excusa. No era la primera vez, y decidió cubrirle las espaldas en esta ocasión también al joven Jungkook para que no acabara expulsado.

Jeon era un buen estudiante en lo que se refería a las calificaciones, un chico inteligente con mucho potencial, pero asimismo era muy despistado y dormilón; llegar tarde era ya una costumbre que tenía arraigada, y perder el material escolar requerido, una práctica más que habitual para él.
En sus años de estudiante Hoseok había sido muy parecido a Jungkook en esos aspectos, por lo cual empatizaba con él y le ayudaba siempre que podía.

— Descuide, profesor Min, no volverá a pasar. Sin embargo, no veo el problema con que llevara a Sally a su clase — prosiguió con los labios formando un pequeño triángulo. Ese puchero era la señal inequívoca de que algo le molestaba, y es que se había percatado de que Yoongi estaba mirando a su urraca con desprecio.

— Les pedí un cuervo y tuvieron toda la semana para conseguir uno — gruñó el mayor.

— Si la lección que impartió es la que creo, le habría servido igual un cuervo que una gaviota. No sea tan obcecado, hombre.

— Veo que mis clases sí que son un chiste para usted.

Hoseok intentaba quitarle hierro al asunto, mas eso sólo pareció molestar más al enfurruñado profesor de cabello oscuro como la noche. Por el tono de voz y su cara de pocos amigos, imaginó que Min seguiría con la bronca, pero el susodicho fue interrumpido antes de poder continuar.

Espejismo [YoonSeok]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora