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sentía la mano de bangchan en la parte baja de su espalda, tragando saliva, se removió en su asiento, su mente vagaba de un lado a otro.

¡dios! pedía al cielo que alguien lo ayudara.

bueno, él se había metido solo en ese problema, por un lado chris que le tomaba de la muñeca mientras lo empujaba a su habitación. apresuradamente se despidió de su padre y jaewook, cuando sus ojos llegaron a minho supo que al mayor no le gustaba nada que bangchan le tenga apretado a su costado como enseñando a quién pertenecía.

minho no dijo nada, sólo subió y se encerró en su cuarto.

-es hora de irnos a dormir, amor- susurró bangchan contra su oído. un rubor embargó su rostro, pero igualmente asintió. dejándose guiar por la brusca mano del mayor, llegaron a su oscura habitación y tragó saliva.

chris se desprendió de su camisa para seguidamente tirarse en la cama, doblar sus manos y colocarlas bajo su cabeza cerrando los ojos, el menor arqueó una ceja.

-¿christopher?- preguntó con voz cautelosa, el pelinegro abrió uno de sus ojos.

-¿qué?- felix casi juró escucharlo pronunciar esas palabras con un gruñido -¿pediste los consejos que te dije?- cuestionó volviendo a cerrar los ojos, felix se sentó en su cama observándole. ¿le podía contar a bangchan que lo hizo? sí, pero no que los había puesto en práctica, chris le ahogaría en su bañera de seguro.

-no- pronunció en un murmuro, el pelinegro resopló.

-sabía que no lo harías- rodó por su costado dando la espalda a felix. jadeó al sentir un dolor en su corazón, bangchan era tan distante y frío con él.

-¿sabes? es difícil pedir consejos sexuales- reprochó pero él le ignoró enfureciéndole -tú sólo me ordenas, ni siquiera me estás escuchando- bangchan ondeó su mano en su dirección, felix le tomó del hombro bruscamente, chris no podía tratarle así y mucho menos en su propia casa. christopher gruñó al ser bruscamente volteado.

-¿qué mierda te pasa, felix?- gritó. felix apretó los labios. conteniéndose.

-me tienes jodidamente harto, deja de ignorarme o...- bangchan le interrumpió.

-¿o qué?- desafió. felix gritó internamente.

-o terminamos.

christopher se echó a reír sin gracia.

-no te atreverías- dijo muy seguro- ni siquiera puedes estar sin mí veinticuatro horas, deja der ser inmaduro y perder tu tiempo. sin experiencia no me sirves, ¡si me quieres busca experiencia! y déjame dormir en paz - escupió hiriendo aún más al corazón de felix.

tomando sus palabras se paró y salió de la habitación dando un azote a la puerta. recostándose en ella, suspiró y exhaló, sus ojos estaban completamente vidriosos.

¿tan inútil era? bueno, su propio novio, el chico que juró amarle se lo aclaró. qué otra prueba quería.

escuchando música en el fondo del pasillo volvió su cabeza hacia aquella dirección. era el cuarto de minho. acercándose aún más, su juicio se iba nublando por una niebla roja, estaba tan enojado con bangchan que le daría una lección.

felix sólo seguía sus órdenes después de todo.

se quedó parado delante de la puerta de minho que hasta donde sabía era su consejero sentimental y sexual, subiendo los nudillos golpeó la puerta impaciente, unos pasos se escucharon y la hermosa voz de taemin sólo que minho parecía susurrar la canción.

minho abrió lentamente la puerta esperando ver allí a felix. alzó los ojos hasta encontrarse con los suyos, no necesitó más cuando felix saltó contra su cuerpo haciéndole dar un paso atrás, sorprendido.

el amigo de papiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora