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Desde que Jungkook había visto los juegos Olímpicos tenía una gran curiosidad por el patinaje artístico sobre hielo.
Le parecían muy bonitos los trajes coloridos y brillantes de los concursantes, además de las coreografías que interpretaban por toda la pista de hielo.
Quería intentarlo puesto que quería divertirse, desde que Yudai salía con ChinHwa no estaba muy seguido en casa y se sentía solo, además saldrían a vacaciones muy pronto y tendría mucho tiempo libre.
Así que con pasos firmes camino hacia la habitación de papi para intentar convencerlo de integrarlo a un curso de patinaje artístico sobre hielo.
Tocó la puerta y poco después entró encontrando a Taehyung sentado en la cama.
-Papi...quiero estar en un curso de patinaje artístico sobre hielo -dijo con una gran sonrisa sentándose a un lado del mayor.
-Pero mi cielo no es una buena idea, es peligroso y no quiero que te lastimes con muchas caídas.
-Pero papi no pasará nada malo, además caerse sirve para mejorar.
-No lo sé, ¿no prefieres otra cosa?, está fútbol, tenis, ballet, voleibol, existen muchas opciones más.
Jungkook bajó sus orejas y sus ojitos estaban lagrimosos.
-Pero quiero intentarlo...por favor.
-Lo lamento bebé pero es un no.
Kookie dejó caer una lágrima para transformarse en gatito y correr fuera de la habitación y esconderse en su habitación.
Le dolía su pechito al ver que papi no lo apoyaba en sus gustos y no quería verlo feliz practicando algo que le gustaba.
Con sus pequeñas patitas limpio sus lágrimas, aunque no funcionaba pues estas seguían cayendo por sus mejillitas.
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Algunos días pasaron y Jungkook seguía triste desde la conversación con Taehyung.
Las vacaciones de fin de año habían llegado y la nieve comenzaba a llenar las calles pero ella mantenía sus orejitas bajas mirando desde la ventana con un pucherito en sus labios.
