Oh, Cody... Aquel chico estaba enamorado perdidamente de su mejor amigo, ambos tenían una conexión ridículamente increíble, sobre todo, porque eran bastante diferentes uno del otro; es una lastima que Noah no guste de él...
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Noah se despertó temprano en la mañana, su despertador sonaba por toda la habitación, pero sorpresivamente, Cody no despertaba.
Sterecra entró al baño y quitó su ropa para entrar a la ducha. El agua sobre su piel le daba una sensación de comodidad.
30 minutos pasaron, y Cody se despertó, como siempre, tuvo que alistarse en 5 minutos y bajar a desayunar con los Sterecra.
Realmente no era muy cómodo, debido a que la familia era bastante numerosa.
El mestizo tomó su plato, el cuál llevaba algunos pancakes en forma de osito, que ciertamente se veía bastante adorable.
- "Señora Sterecra... ¿Cómo le dió tiempo para hacer esto? Digo, tiene 7 hijos, ¿no es algo complicado? "
- "Oh Cody, cuando vives en una familia numerosa, llegas a un momento dónde te acostumbras, no te preocupes por eso ahora y come, llegarás tarde a la escuela."
Ah, es cierto, hoy el director McLean haría un anuncio importante para los de segundo año, era algo extraño, puesto a que el director McLean era conocido por ser una persona desinteresada por sus alumnos. Con tan solo decir que no había enfermería o que no había la seguridad adecuada en la institución era más que suficiente para darse cuenta que la instalación iba de mal en peor. Pero, oh, santo cielo, aquel maniático cuyo nombre era Chris McLean siempre se negaba a hacer reparaciones, ¿por qué? ¡Fácil! "Es patrimonio nacional".
Una vez terminando de desayunar, se despidió de la madre de Noah cariñosamente y se fue con el moreno, el cuál lo esperaba en la puerta principal de la casa.
- "Ya te estabas demorando, bello durmiente."
Dijo, mientras tomaba su mano y salían de casa.
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Realmente la estación de metro no quedaba muy lejos de la casa de Noah, tan solo eran dos minutos de caminata, dos minutos en los cuales Cody pudo sentir las frías manos de Noah, dos minutos en los cuales pudieron entrelazar sus dedos, dos minutos en los cuales simplemente disfrutaba de su presencia.
Al entrar en el tren que se dirigía a la academia, Cody estaba tambaleando del sueño.
