CAPITULO 18

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Los mellizos, de dos años y varios meses, estaban en el suelo del comedor, jugando con unos bloques. Seokjin estaba arrodillado junto a ellos, ordenando el resto de los juguetes, algo cansado debido a su vientre de cinco meses.

—Maaaa —dijo Hoseok, el pequeño mellizo alfa.

—¿Qué ocurre, cachorrito? —preguntó Seokjin, mirándole con una sonrisa suave. Hoseok sonrió también.

—¡Te quielo! —gritó Hoseok, levantando sus manos al cielo.

Seokjin se rio al escucharlo decir eso, pero observó casi de forma inmediata el ceño fruncido del otro mellizo, Jimin.

—¡No! —chilló Jimin, poniéndose de pie—. ¡Yo lo quielo más! ¡Tonto! —el pequeño omega se puso de pie, yendo donde Seokjin para abrazarlo, y le sacó la lengua a Hoseok.

El omega mayor volvió a reírse ante el abrazo de su otro cachorrito, abrazándolo por la cintura y dándole un beso sonoro en la mejilla. Hoseok chilló en el suelo, haciendo un berrinche, y no se le ocurrió nada mejor que botar la torre de bloques que Minie estaba construyendo. Jimin gritó y se lanzó a golpearlo.

Seokjin no se preocupó, no realmente, porque los mellizos la mitad del tiempo solían jugar así, rodando por el suelo y mordiéndose sin mucha fuerza, como dos perritos. Se recostó contra el sofá, acariciando su estómago marcado por el nuevo cachorro. Lo sintió dar una patadita suave y sonrió. Namjoon dijo que se llamaría Jungkook y a Seokjin le parecía un nombre de lo más adorable. Un buen nombre para un alfa, decía Namjoon, feliz.

Ese breve pensamiento hizo que la sonrisa en su rostro se tambaleara. Seokjin no quería decirlo, porque sería arruinarle las ilusiones a Namjoon, pero el omega estaba seguro de que el bebé no sería alfa, sino omega. Fuera su instinto materno lo que se lo decía o no, él podía jurar que el nuevo cachorrito iba a ser omega.

Hoseok gritó y Seokjin los observó, sacudiendo la cabeza. Se arrastró hacia ellos, agarrando a Jimin de la cintura y alejándolo de su hermano mayor.

—¡Me moldió fuelte! —acusó Hoseok, mostrando su bracito.

—¡Rawr! —rugió Jimin, elevando sus puños—. ¡Rawr! —Seokjin lo sentó en sus piernas, soltando feromonas suaves para tranquilizarlo, y el pequeño omega no tardó en relajar su cuerpo, apoyando su cabecita contra el hombro de su mamá.

Hoseok no tardó en ponerse celoso, poniéndose de pie y yendo hacia ellos, y Seokjin acomodó a los mellizos en su regazo, cada uno sentado en una de sus piernas, los pequeños abrazándolo.

Mientras los bebés dormitaban contra él, Seokjin levantó su vista al techo, pensando cuando sus cachorritos tenían sólo tres meses. No le gustaba recordar eso, porque además debía forzar demasiado sus memorias ya que muchas de ellas estaban bloqueadas, pero si podía rememorar con facilidad todo el llanto de esos meses. ¿Cuánto estuvo Seokjin sumido en su depresión post-parto? Casi nueve meses, hasta que pudo cargar a sus bebés sin romper a llorar.

Eso también estuvo a punto de arruinar su relación con Namjoon, porque el alfa no sabía qué hacer, al inicio, para ayudarlo. Los bebés lloraban tanto, pidiendo a su mamá, pero Seokjin no quería cargarlos, no quería verlos, no quería ni siquiera escucharlos. Empezó a comer demasiado, subiendo tanto de peso, e incluso se aisló de su familia y de Namjoon. Eso frustraba mucho a su marido, que no sabía qué hacer, llevándolo a cientos de doctores para buscar una solución.

Intentaron varias cosas, pero ninguna de ellas funcionaba muy bien, y las peleas entre ellos eran cada vez más descontroladas, hasta que...

Se sobresaltó al sentir la puerta siendo abierta y supo enseguida que era Namjoon. Los cachorros igual se removieron en sus brazos.

FOUR SEASONS (Namjin) "Terminada"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora