Sumertime Sadness [Radiodust]

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Bellagio-Italia

Bajo en la estación un joven rubio, cansado y agitado llevando un par de maletas sobre el costado de sus brazos, las cuales estaba a nada de tirar por lo agotado que se le veía, no sabía a donde ir pero ya no podía regresar, esa sensación de angustia seguía consumiendolo por dentro...¿que pasaría si lo encontraba?...

Despertó agresivamente sacando la cabeza del agua que cubría la tina y tosió un poco antes de pasar sus manos sobre su cara mojada, a veces cuando se quedaba dormido volvía ese recuerdo y esa sensación, despertandolo violentamente como si se tratara de una pesadilla, con el tiempo ver que se encontraba seguro en su habitación y muy lejos de todo, lo calmaba bastante.

El vidrio estaba empañado, el cuarto ligeramente iluminado por el sutil calor de las velas y el vapor, Anthony salió aún adormilado con una toalla cayendo sobre sus hombros y su cabello húmedo, en el tiempo que le tomó cepillar su cabello, arreglarse y preparar sus cosas para ir a su trabajo, su humor volvió a su estado original volviendo a ser igual de carismático que siempre, era demasiado temprano para despertar a Fat Nuggets así que era su turno de desayunar solo, mientras iba escaleras abajo, la lluvia comenzó a sonar cada vez más fuerte, a el el clima no le molestaba para nada, pero le parecía raro que tan cerca del verano tuvieran un clima como ese, no podía decir que siempre fue así pues ni siquiera llevaba 2 años viviendo ahí, a los pocos días se dio cuenta que el sitio era conocido como zona de descanso, sitio vacacional donde nadie te suele molestar debido a la mala recepción y ubicación que hacia casi imposible encontrarlo, donde sus habitantes llegaban sólo un par de veces al año y los que estaban ahí tiempo completo eran retirados o buscaban pasar desapercibidos.

Esos primeros días en los que aún se debatía si debía volver se hospedó un tiempo en un hotel hasta que el lugar terminó por convencerlo con la tranquilidad y serenidad que hace tiempo no experimentaba, decidio quedarse tiempo completo y gastar los últimos ahorros que llevaba consigo en la renta de algo sencillo, al final termino en la casa más apartada, grande y menos sencilla que encontró, aunque sus 2 empleos no eran tan demandantes, le permitían seguir ahorrando...a pesar de que había huido para evitar los problemas que tenía, sabía que era una posibilidad que lo encontrarán y prefería estar preparado con todo el dinero posible para que las heridas fueran mínimas.

Volviendo a la sala vagamente iluminada por un par de velas, el televisor encendido y las cortinas volando por el aire y la lluvia que se avecinaba aún más fuerte, Anthony recogia las cosas que le faltaban, se había puesto solo un abrigo grande para cubrir su uniforme y llegar en bicicleta a su trabajo, en verano 2 o 3 días a la semana hasta que llegara el invierno su uniforme eran un par de calcetas largas que contrastaban con el short blanco, camisa y delantal de cintura, un sutil delineador de ojos que no se percibía del todo y la cara palida debido al frío, tomo la mochila con sus cosas y subió a la bicicleta, el aire comenzó a tornarse más fuerte de repente haciendo que perdiera un poco el control, el agua empezó a caer con más fuerza y casi no se veía el camino, si no estuviera yendo un poco tarde por haberse quedado dormido se habría detenido y habría disfrutado del clima con calma, pero como no era el caso solo aceleraba dejando que la brisa se colara un poco hacia su cara, no faltaba mucho para que llegara cuando se distrajo unos segundos, no fue mucho para que saliera de la nada un joven frente a él obligandolo a frenar cayendo cuesta abajo, el agua a duras penas dejaba ver la silueta enorme en el piso debido al abrigo, Anthony cayó de cara pero tanta tela lo había protegido de todo menos del agua que se filtraba desde el piso, la mochila estaba rota junto con sus cosas regadas en el piso, pasaron 2 segundos antes de que intentará incorporarse sin éxito, estaba adolorido y solo pudo girar y levantar la vista un momento para ver a lo lejos al joven que aún no se percaraba de su presencia, seguía corriendo en dirección contraria así que solo pudo distinguir el cabello castaño, un traje y portafolio con detalles rojos y un paraguas completamente negro, no fue hasta que se desplomó de nuevo contra el piso esperando levantarse en una pieza.