┈─ 𝐇𝐎𝐏𝐏𝐄𝐑'𝐒 𝐁𝐎𝐘 | Vance x m!

┈── 𝗛𝗜𝗚𝗛 𝖲𝖢𝖮𝖱𝖤 𝖡𝖮𝖸

Abriste perezosamente la puerta del auto, bajando de él y bostezando mientras te acostumbrabas a la luz del sol. Dormiste casi todo el camino hasta un pequeño pueblo en el norte de Denver, no tenías ni idea de como se llamaba, y no te importaba para ser sinceros.
— [____], cielito, iremos a ver el pueblo, tu quédate aquí, sí? —. Dijo tu madre, mientras te daba algo de dinero, ¿enserio se irían a ver el pueblo sin tí, y te dejarían en esa pequeña tienda de dulces? Vaya, que te vale una mierda. — No te muevas de aquí, no tardaremos nada en buscar alguna cada en venta o arriendo. —. Tu madre volvió a hablar, solo asentiste mientras agarrabas algunas cosas del auto, tu mochila de color azul oscuro y diseño de constelación, tu teléfono y tus audífonos, simplemente por si te aburrías. Cerraste la puerta del auto y tus padres se fueron, sin más que hacer entraste a la pequeña tienda, mirando algo interesante, ya fuera un dulce o una pequeña esquinita donde pudieras hacerte ovillo y leer algo en tu teléfono. Tus ojos vagaron por la tienda, fijándose en algo en específico...

Una máquina de Pinball.

Estaba desocupada, ¿hace cuanto no jugabas Pinball? ¡Ya debías de estar oxidado! Arrastraste tus pies hasta quedar enfrente de la máquina, revisaste el marcador y te fijaste en el marcador más alto, tenía como nombre "Vance", restándole importancia, insertaste una moneda y empezaste a jugar, podrías pasar toda la mañana, tarde e incluso noche jugando en esa máquina, recordabas que adorabas jugar pinball cuanto eras un niño pequeño. Jugaste por lo menos unas tres horas, no perdiste en ningún momento, eso atrajo la atención de la gente, mucho más cuando superaste el marcador más alto, ahora sólo podías escuchar murmullos a tu alrededor, y eso te causaba incomodidad.

“¿Acaba de superar el récord de Vance?”

“Dios, si Vance ve esto, aniquilará al pobre chico.”

“No parece de aquí, quizá se logre salvar de Vance.”

Vance esto y Vance aquello, ¿Quién putas era Vance y porque hablaban de él? Acaso es algún malandro obsesionado con el Pinball que navajea a cualquiera que supera su récord personal en la maldita máquina de pinball? Cansado de los murmullos, alejaste tus manos de la máquina, dando por finalizado tu turno, y caminaste a otro lado, solo para escapar de los susurros que te hacían tener escalofríos. Después de algunas horas, quizá dos, tus padres te escribieron, diciendo que encontraron la casa perfecta y que se mudarian la próxima semana, aún así, ellos irían a comer algo, sin tí, ya que te habían dado dinero para comprarte algo de comer.
Suspiraste irritado, te dolía el culo de estar sentado en el suelo, al lado del enchufe mientras cargabas tu teléfono. En ese momento, sonó la campana de la puerta de la tienda, dando a entender que alguien había entrado. Era un chico de más o menos tu edad, cabello rubio sucio, ojos azules y aparentemente, parecía un malandro. Volviste tu mirada a tu teléfono, hasta que un fuerte ruido te obligó a mirar hacía la fuente del sonido, era el mismo chico que acababa de ver, acababa de empujar fuertemente la máquina de pinball, mientras gritaba blasfemias. — ¿¡QUIÉN MIERDAS SUPERÓ MI RÉCORD?! —. Lo escuchaste gritar, aparentemente ese era el famosísimo Vance Hopper, del cual todos hablaban sin cesar mientras tu jugabas pinball, decidiste que le tenías miedo a ese tipo, se veía más peligroso de lo que tu mente había retratado, así que te hiciste ovillo, tratando de fingir que te importaba una mierda lo que estaba pasando en ese instante, pero tu corazón se detuvo por un instante cuando los chismosos que te vieron jugar te señalaron, haciendo que Vance se acercara a tí, enojado.
— Levantate. —. Ordenó, casi gritandote. — ¿Disculpa? —. Dijiste mientras lo mirabas desde tu posición, mirándolo por debajo de tus pestañas mientras dejabas de saborear el sabor artificial a menta del chicle que estabas masticando. — ¡Que te levantes! — Volvió a ordenar, desconectaste tu teléfono y te levantaste, mirándolo seriamente mientras tratabas de parecer rudo. — ¿Tu eres [_____]? —. Preguntó, mientras se tronaba los nudillos, haciendo un ruido que sonaba como un "crack", eso te hizo estremecer.— Sí, algún problema? —.
Cuando estabas asustado no solías pensar con claridad como actuabas o lo que decías, todo ers producto del nerviosismo que te causaba estar ante alguien como Vance, te hacia sentir vulnerable.