"Soy Izuku Midoriya. Tengo 17 años, y estoy pasando mis vacaciones de verano en un campamento... O al menos así iba a ser. Se supone que pasaría todo el fin de semana siendo molestado por Rensuke y sus amigos, pero... Las cosas dieron un giro 180 grados cuando... Él apareció.
Han pasado días desde aquella masacre, y como aquel asesino habló conmigo, contandome lo que quería hacer. Ha estado cuidando de mi desde entonces, manteniendome en su cabaña, aunque... Sacandome de vez en cuando, pero claro, tomado por él, para evitar que escape."
"Al principio, intenté escapar un par de veces, pero él siempre lograba atraparme y llevarme de nuevo hacia la cabaña. Era frustrante, y casi parecía que se burlaba de mi."
- Para la proxima te daré algo de ventaja. - Dijo en un tono burlón.
- Ugh... -
"Si... Lo hacía."
"Los días pasaban, y yo... Ya no me sentía con tantas ganas de huir ahora. Me contó que su nombre era Katsuki, y... Fue la unica persona que me ha tratado bien por primera vez desde que entré a la secundaria. Claro, a su manera, es demasiado gruñón, pero... Es amable conmigo, no me golpea, no me maltrata como solían hacer Rensuke y sus amigos... Era tan orgulloso, fuerte y decidido, y... Eso me gustaba. Aunque no aceptaba sus metodos, ni lo que hacía, algo de él comenzó a atraerme, y... Me preguntaba si él realmente sentiría algo así, pues... Me dijo que era suyo."
Un día, luego de que el rubio saliera en busca de provisiones.
Izuku estaba comiendo, mientras que el rubio pensaba en lo que estaría sucediendo en el campamento.
- Parece que esos bastardos ya dedujeron que te tengo aquí. -
- ¿Eh? -
- Quizás no tarden en encontrar este sitio. Tch... -
El pecoso bajó la mirada, pensando en todas las cosas que han sucedido durante estos días... ¿Realmente quiere irse?
- Kacchan... Yo... -
- Escupelo. -
- No se si quiero irme... -
Aquelló sorprendió al cenizo.
- Antes llorabas y tratabas de escapar para irte a casa. ¿A que viene este cambio? - Preguntó, notandose que tenía curiosidad.
- Es que... - Tomó un poco de aire. - Eres la unica persona que me ha tratado bien... Y yo... - "Vamos... Dilo." - Quiero estar contigo... -
Le tomó un par de segundos el entender a que se estaba refiriendo, hasta que logro entenderlo.
- Oi... ¿Acaso te olvidaste de lo que te dije? - Preguntó, mientras lentamente se iba acercando al pecoso.
- ¿Que? - De repente, el rubio ya estaba demasiado cerca, encimandose sobre él, provocando que sus mejillas se enrojecieran.
El cenizo tomó a Izuku de su mentón, para finalmente responder.
- Eres mío. - y entonces terminó por plantarlo un beso profundo en sus labios.
Podía sentir como la lengua de Kacchan comenzaba a invadir su boca, tratando de saborear cada que pequeño lugar de esta. Era su primer beso, se estaba besando con un asesino, y al mismo tiempo... La persona que le gustaba. Es raro, si, enamorarse de aquel que te secuestró. Quizás él también se volvió loco.
- M-Mmhn... -
Torpemente trató de corresponder el beso, aunque poco podía hacer debido a su inexperiencia.
Con sus manos, el cenizo comenzó a quitarle lentamente la ropa al pecoso, poco a poco dejandolo desnudo.
- Kacchan... -
Esto era vergonzoso.... Finalmente, sus pantalones le fueron arrebatados, dejando al descubierto su pene semi erecto y su trasero.
- Relajate... -
Las piernas de Izuku le fueron separadas por el mayor, para así dejar vista a la entrada de su ano. El rubio sacó la lengua, y lentamente comenzó a pasarla por el ano del pecoso, llenandola de saliva.
- A-Aahh... -
Era una sensación extraña... Y le daba cosquillas, no le disgustaba, pero era demasiado vergonzoso. La sensación de la lengua de Kacchan comenzando a abrirse paso en el interior de su apretado ano fue suficiente para hacer que soltara un gemido mas fuerte.
- ¡Ah! -
El cenizo lo miraba desde abajo, queriendo ver todas y cada una de las expresiones que el pecoso llegaba a hacer.
Con una de sus manos tomó el pene ya erecto de Izuku, y lentamente comenzó a masturbarlo.
- N-No.... Nnhh... -
No puede soportar ambas cosas a la vez
- Vas a hacer que... Q-Que yo... -
El rubio levantó una ceja, pero al entender a que se refería, sonrió. Se pegó aún mas a la entrada del ano de Deku, metiendo su lengua aún mas profundo, al mismo tiempo que frotaba su pene de forma mas rápida y brusca.
- ¡K-Kacchan! -
Ante tal combinación de placer, no pudo contenerse mas, por lo que terminó corriendose. Su semen salió disparado hacia arriba, manchando tanto el abdomen del pecoso como la mano del rubio, quien parecía complacido.
- Creo que es suficiente... -
- ¿Eh? -
De forma repentina fue cargado por el rubio, quien se lo llevó hasta el colchón que había en la sala, acostando a Deku en el mismo.
Sabe perfectamente lo que se viene, y aunque tiene miedo, no puede negar que esto es lo que quiere.
- Solo... Se gentil... -
El cenizo sonrió con picardia.
- ¿Que mierda es ser gentil? -
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Unas horas mas tarde, la policía finalmente acabó por encontrar la cabaña donde solían estar Izuku y el asesino, y comenzaron a revisarla, pero no encontraron a ninguno de los dos, solo encontraron restos de comida, y nada mas.
- Tsk... Nada. -
Pero antes de irse, él mismo decidió meterse en aquella habitación con rejas, notando como en el suelo habían varios pares de ropas. Parece ropa para alguien joven, alguien como Izuku.
- Extraño... -
¿Entonces realmente se lo llevó? Y si es así... ¿Para que? ¿A donde se lo estará llevando?
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Mas tarde, ya anocheciendo, Izuku junto a Katsuki se encontraban caminando por el bosque, subiendo una pequeña montaña, hasta lograr llegar a una cueva. Es posible que nadie los encuentre allí.
- Aquí vamos a estar seguros. - Dijo Izuku, entrando en la cueva.
El cenizo miró unos segundos hacia el bosque, antes de volver a mirar a Deku, metiendose también a la cueva. Tiene un mal presentimiento...
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Las horas fueron pasando, y ambos habían decidido pasar la noche en aquella cueva. Hasta que lentamente comenzaba a amanecer con el paso de las horas.
El primero en salir fue Katsuki, cubriendose con su mascara, para luego notar como el lugar estaba rodeado por la policia
- . . . -
- ¡Listos para disparar! -
Fue en ese momento que Izuku despertó, y al escuchar eso se dió cuenta de lo que estaba sucediendo.
- No... ¡Kacchan! -
- ¡Fuego! -
Y los policías comenzaron a disparar, descargando una lluvia de balas sobre el cenizo, quien simplemente recibía todos y cada uno de los disparos.
- ¡¡NO!! - Izuku rápidamente se levantó, corriendo hacia el cenizo y poniendose frente a él para así empujarlo lejos de la vista de los policias.
- ¡Alto el fuego! ¡El chico está ahí! ¡Alto el fuego! -
Todos dejaron de disparar, mientras que el rubio terminaba por caer al suelo.
- Nhg... -
- ¡No! ¡Kacchan! ¡Despierta! -
Pero este terminó cerrando los ojos, sucumbiendo ante todo el daño.
- ¡Kacchan! -
Fue entonces que uno de los oficiales llegó a la escena, y tomó a Izuku, alejandolo.
- Kacchan... -
- Ya... Ya... Tranquilo chico. Pronto te reunirás con él. -
Aquellas palabras lo alertaron, volteando su rostro hacia el policía.
- ¿Creiste que iba a dejarte ir luego de lo que pasó con mi hijo? -
El oficial sacó un arma, y la apuntó hacia la cabeza del pecoso. Este hombre... Es el padre de Rensuke, Hamada...
- Si tu no hubieras aparecido, mi hijo estaría vivo, mocoso inútil... -
- No... No... -
- ¡Oficial Hamada! ¡Suelta al chico ahora! -
El inspector Tsukauchi apareció junto a dos oficiales mas, apuntandole con sus pistolas.
- ¡Como si fuera a hacerlo! ¡Por su culpa mi hijo murió! ¡Debieron descuartizarlo a él! -
- ¡Le ordeno que baje el arma, Hamada! -
- ¿¡Y que pasa si no quiero!? -
Se escuchó el "click" del seguro, le iba a disparar.
Tsukauchi y los dos oficiales comenzaron a bajar las armas.
- Así me gusta. Si se atreven a acercarse, le vuelo los sesos ahora mismo. -
Pero no era por él por quien las bajaron. Detrás de él, Katsuki apareció, y tomó con fuerza a Hamada.
- ¿¡QUE!? ¿¡NO ESTÁS MUERTO!? -
- ¿¡Kacchan!? -
Y comenzó a dispararle, al mismo tiempo que forcejeaban, hasta que ambos resbalaron por el acantilado que daba al bosque, cayendo por el mismo.
- ¡¡NO!! - El pecoso rápidamente se asomó, y pudo ver como tanto Hamada como Katsuki caían.
Puede verlo... Ve como Deku lo mira mientras cae. "Eres la unica persona que me ha tratado bien..." Recordó sus palabras. Los momentos que pasaron juntos... No iba a olvidarse de eso.
"Izuku... Tu eres mío... Me perteneces..." Se decía a si mismo, mientras su mascara se le caía en la caida. "Siempre vas a ser mío..."
Y entonces se perdió entre los arboles, sin saber exactamente donde cayó.
- ¡¡MALDICION!! - Hamada terminó chocando contra las ramas, hasta ver de frente una apuntando hacia él, en la que se terminó clavando, muriendo al instante.
Izuku simplemente lo perdió de vista, ya no puede verlo. Lo unico que puede ver, es su mascara colgando de una de las ramas de los arboles.
- Vamos chico... Ya estás a salvo. - Decía Tsukauchi, mientras ayudaba a Izuku a levantarse, y comenzaba a guiarlo lejos del lugar.
"Kacchan..."
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Luego de un rato, Izuku fue montado en el auto de la policía, para posteriormente ser llevado a casa.
"Cualquier persona en mi lugar pensaría que estas vacaciones de verano fueron un autentico infierno, pero... Yo no pienso eso. Tal vez mi madre si tenía algo de razón."
Mientras el auto conducía, el pecoso se asomó por la ventana, dandole una ultima mirada hacia el campamento, y fue ahí que lo vió. Una sonrisa se dibujó en su rostro en ese momento.
"Para mi... Fueron las mejores vacaciones de verano de mi vida."
Escondido entre los arboles, se encontraba Katsuki, dandole una ultima mirada al pecoso antes de que se fuera.
"Eres mío... Me perteneces..."
Fin.
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MÍO [KATSUDEKU] [BNHA X VIERNES 13]
FanfictionUn par de jovenes se van de vacaciones de verano a pasar el fin de semana en un campamento. Un joven llamado Izuku Midoriya se encontraba incluido entre ellos, quien para su desgracia, era constantemente molestado por sus compañeros. Lo que él pensa...