¿Conoces la enfermedad de Hanahaki?
Suguru Geto comenzó con los síntomas de aquella enfermedad, era doloroso, más por qué sabía que todo terminaría de la peor forma.
Realmente se estaba cansando, estaba harto de que todo le estuviera jugando una mala pasada, de entre todos los chicos de su escuela, exactamente debía enamorarse del imbécil de Satoru Gojo...
Debía ser un tarado por dejarse llevar por los ojitos bonitos de ese maldito desgraciado; Gojo era conocido por ser uno de los mejores estudiantes de su preparatoria además de un hombre talentoso en las técnicas del Jiu-jitsu, letrado, además de guapo, era el chico perfecto para todos aquellos que quisieran tener una oportunidad con él, menos para los chicos bisexuales o gays como Suguru Geto, era una tontería pensar que Gojo algún día podría notar a Geto.
Geto se preguntaba internamente por qué se había enamorado de ese chico, al final de cuentas, aunque fuera el sueño para muchas chicas y chicos, incluyendolo a él, no debía caer en esa fachada de niño lindo y bien portado; sabía perfectamente que Gojo era mujeriego por naturaleza y realmente nunca lo había visto salir con chicos.
Geto estaba saliendo de su clase de química, continuo por el pasillo hasta que uno de sus acosadores lo encontró en el pasillo, <<genial, ahora me topo con este imbécil>>pensó.
—Veamos que tenemos aquí, realmente el pequeñin salió de su escondite.—dijo con burla aquel chico más alto que Geto. —Déjame en paz Sukuna, no estoy de humor.—agarro con fuerza su mochila, listo para comenzar a caminar. Sukuna tomo del hombro a Geto, golpeándolo al mismo tiempo en el rostro haciéndolo caer al piso—vaya la pequeña mierda está hablando de más el día de hoy.—Sukuna estaba realmente molesto.
Suguru solo sintió como su cuerpo cayó en el piso duro y consecuentemente su rostro nuevamente fue estrellado ahora contra el piso, su nariz no paraba de sangrar.
—Vamos pequeña mierda, ¿no te vas a defender ahora?.—Habló con burla Sukuna, tomando del cabello a Suguru. —Vete a la mierda...—Sabia que nada bueno saldría de esto, pero realmente estaba harto de ese imbécil.
Antes de que su rostro fuera estampado nuevamente en el concreto, sintió como su cabello fue soltado con algo de rudeza, Suguru no sabía que había pasado, pero cuando volteo a ver detrás de él, se encontraban Nanami a un lado de Itadori, mientras que él ya mencionado tomaba de la muñeca de Sukuna con bastante fuerza.
—Vemos que no has cambiado absolutamente nada Sukuna, me temo que tendré que meter un reporte nuevamente con el director y eso irá a tu expediente.—dijo con calma Nanami. —Si no quieres que rompa tu muñeca será mejor que te largues en este momento Ryomen Sukuna.—Itadori estaba demasiado enojado. —Tch...—se soltó con rudeza del agarre de Itadori—No les tengo miedo, pero nos veremos después Getou, por cierto Itadori, no olvides las cosas para la cena.—Sukuna se retiró sonriendo con burla hacía los presentes.
Nanami e Itadori ayudaron a Geto a levantarse para llevarlo a la enfermería, tendrían que tomar medidas más drásticas contra Sukuna él medio hermano de Itadori.
—Geto ya te dijimos que debes tener más cuidado con Sukuna y evitar cualquier tipo de confrontación con él.—Reprocho Nanami. —Me tiene harto pero no te preocupes no volverá a suceder Nanami.—Geto se sentía apenado por las molestias causadas.
Solo recibió una suave caricia de Itadori y su sonrisa amable tan característica; eran sus superiores al final de cuentas.
—Estamos preocupados por tu seguridad, solo toma en cuenta las recomendaciones de nuestro líder estudiantil.—dijo animado y con seguridad Itadori. —Si Itadori, no volverá a suceder.—algo apretaba su corazón en manera de incomodidad.
Después de un rato en dónde pararon su hemorragia nasal, los 3 chicos se separaron a sus respectivos salones, Suguru solo quería que su día terminara, hasta que chocó contra alguien que casi lo hace caer al piso.
—Hey, ¿Estás bien?—se escucho a la persona preocupada. —No se preocupe, iba distraído una disculpa, ¿Tú estás bien?.—Suguru se estaba estabilizando para poder ver bien de quien se trataba. —Estoy bien no debes preocuparte, Satoru Gojo, un gusto, ¿Cuál es tu nombre?
<<¡Mierda!>>pensó Suguru.
—H-hola Gojo, una disculpa si te hice perder el tiempo, soy Suguru Getou, si me disculpas iré a mi clase.—Estaba nervioso, comenzó a caminar hasta que otra pregunta hecha por Gojo lo hizo detenerse. —¿Quién te lastimo?.—Gojo se había dado cuenta de las marcas y moretones que tenía su rostro. —No debe preocuparse, con su permiso.—Suguru prefirió continuar con su camino hacia su salón de clases, pero no pudo evitar correr hacia el baño rápidamente, quería vomitar, eso es lo que su estómago le pedía o al menos eso creía.
Suguru no quería tener sentimientos por Satoru, se sentía mal, sabía que él estaba saliendo con Utahime, estaba harto de todo esto, no fue hasta que llegó al baño para vomitar que se dió cuenta que todo salió con un dolor inmenso... Acaso... Lo que había vomitado, ¿Eran pétalos de flor?
Suguru estaba impresionado, eso no era posible... Ahora estaba condenado, jamás podría salir de todo esto, tenía miedo... No quería, esa enfermedad no... Suguru se recargo contra la pared del baño, no podía procesar nada de lo que acababa de pasar, eso no estaba bien, el sabía bien que la enfermedad de Hanahaki podría matarlo...
Pero no era suficiente valiente para ni siquiera saludar de forma correcta a su amor de la preparatoria... Era un idiota... Uno que moriría por amor...
