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─Vamos pequeña, ¡sin miedo al éxito! ─exclamaba el señor Gojo arrastrándome del brazo dado que yo temblaba mucho como para poder moverme sola

─¡Es imposible! ¡No voy a lograrlo! ¿¡Cómo planeas que haga un examen si no sé nada!? ─estaba desesperada y muy ansiosa. No sé cómo luego de un día de entrenamiento ya me someta al examen, ¡ya hasta se me olvidó qué eran los rituales!

Si soy sincera, solo recuerdo que hasta hace quince minutos yo estaba yendo a dormir, ¿¡de qué forma siete horas pasaron tan rápido!? ¡debe de ser por alguna energía maldita o los rituales satánicos que hacen esta gente!

Diablos, ya se me olvidó de nuevo qué era qué

Y, de igual forma, ya estaba dentro de la sala, sin saber absolutamente nada ni qué podía pintar yo ahí. Miro al señor Gojo con cara de muerta, este solo sonríe y me levanta su pulgar apartándose de mí, dejando a esta pobre indefensa maldición frente al que debe de ser el más fuerte en esta escuela. El cual por cierto tenía varios peluches bastante monos a su alrededor, ¿tendrá una hija o serán de él?

─Mizuki... ─doy un brinco en mi sitio y levanto mi mirada temerosa hacia él. Mi temblorosa aleta se apega a mis piernas en intento de ocultarse ─ ¿Ese es tu nombre verdad? ─yo asiento con mi cabeza ─Puedes hablar, no te voy a cortar la lengua

Trago saliva, creo que fue tan fuerte que hasta él lo escuchó ─S-s-s-se-se-s-sí s-se-s-señor... ─bajo mi cabeza de nuevo ante la vergüenza tan grande que sentí. No podía evitar tartamudear ante el miedo pero a la vez era penoso que me viera haciendo eso

─Cuando hables mira a la gente a los ojos ─sentía que cada vez que él abría su boca lo hacía como si fuera un regaño u orden, como si todo el tiempo estuviese enfadado conmigo. Como dijo, yo alzo mi mirada, la cual no cambiaba y a cada minuto que pasaba sentía más la flojera en mis piernas que perecerían en nada ─Ahora dime, ¿a qué has venido?

Una sensación de vacío inunda mi cuerpo, como cuando te quedas por mucho tiempo en el agua en una posición y sientes que lo que hay a tu alrededor es nada, como si estuvieras en un viaje astral. Sentí haber recorrido cada rincón de mi mente y del espacio en sí encontrando el "¿para qué he venido aquí?". Espera, ¿acaso la respuesta no es obvia? Yo había venido para el examen que tenía que hacer para entrar de una vez a la escuela. Porque era para eso, ¿no?

─E-em... ¿n-no es para un examen? ─balbuceo con el miedo de estar confundida, ¿acaso no era esa la respuesta?

─Sí, pero me refiero a lo que planeas hacer una vez sepas de hechicería ─en cuanto dijo eso a mi mente entró la posibilidad de que el examen fuese oral, así que comencé a preparar una respuesta formal lo más rápido que pude y para lo que daban mis neuronas ─¿Tú tienes algún objetivo en particular? Y sobretodo lo más importante, ¿algo me asegura que estarás de nuestro lado y que no nos traicionarás?

Sus preguntas eran afiladas, pero más que nada ¡eran muy profundas y no tengo mucho tiempo para pensar!

Tomo un largo respiro y luego exhalo el aire, calmándome en el proceso donde me preparo para hablar. A medida en que formulaba la oración era que iba hablando ─En primer lugar, mi propósito por el cual he seguido y sigo con vida es por mi hermano. Yo nunca me he imaginado nada más que acompañarlo hasta el final y... ya ahí veré que hago pero, por ahora más planes no tengo y si llego a tener otros, este nunca se irá de la lista. Así que creo que aprender hechicería solo sería una forma de hacerme más fuerte y proteger a Yuji

El director me observaba en silencio, escuchando cada una de mis palabras y... su mirada no ayudaba. Pensé que todo lo que decía estaba mal pero mejor decir algo que simplemente quedarse callada

Monster ─Gojo SatoruDonde viven las historias. Descúbrelo ahora