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Gruño ligeramente, pero suficiente para que se escuche. Echo hacia detrás a mi hermano con un leve empujón de mi brazo ─Si hablas con Yuji yo también iré. No voy a dejarlo solo contigo

El chico se pone algo nervioso y Yuji se sorprende, no creía que él me pudiera ver, y sinceramente yo tampoco lo creía, hasta que noté la forma en la que miraba hacia mi dirección y caí en cuenta de que en la escuela también me había visto.

El pelinegro se da la vuelta  y comienza a caminar indicando que lo sigamos. Yuji camina delante y yo algo dudosa comienzo a seguirlo. Nos llevó a una parte oscura del hospital, donde obviamente no hay nadie, lo cual hace que esté más atenta a su próximo movimiento. Estoy tomando con firmeza el brazo de mi hermano el cual no pienso soltar y manteniendo una distancia con el chico. Hay alguna razón que me hace desconfiar mucho de él

─Oye estamos de luto sabes ─dijo Yuuji apenado ─Además, si puedes necesito que me expliques cómo puedes ver a mi hermana. Nadie lo había hecho antes ─esta vez alza su tono de voz junto a una leve sonrisa. Entendí por qué estaba felíz. Nunca otra persona que no sea el abuelo o él me había visto, y es normal que quisiera encontrar a más gente que pueda hacer lo mismo. Desde siempre Yuuji ha querido que yo llevara una vida normal a pesar de la especie de mounstro que soy

─No hay tiempo. Necesito el objeto maldito que llevas contigo ─ordenó con preocupación ─Y eso a lo que llamas "hermana" es una maldición... que puede que te esté consumiendo poco a poco

Yuuji y yo nos quedamos anonadados y confusos, sobretodo Yuji quien lo consideró como un insulto ─Oye, no le hables así a mi hermana. Es el único familiar que me queda y no quiero que la trates de esa forma ─tanto mi hermano como el hechicero fruncieron el ceño. Sentía que una pelea ocurriría pronto si no los detenía a ambos. Por tanto, hice como que el hechicero no hubiera dicho nada, aunque algo en mi interior tenía mucha curiosidad por lo que dijo...

Toqué el hombro de Yuji para llamar su atención ─Hermano, después hablamos eso. Cuéntanos más sobre el objeto maldito ─tenía mis dudas sobre todo lo que estaba pasando. Es la primera vez que escucho hablar de las "maldiciones", y si supuestamente tengo algo relacionado con ellas y este chico sabe de eso, debo preguntarle en cuanto pueda. Todo menos perder esta oportunidad

El hechicero sacó su celular y nos enseñó una foto del supuesto objeto maldito. Era una caja semiabierta donde dentro estaba una especie de dedo recubierto por talismanes ─Oh sí, yo lo encontré ─afirmó Yuji sentándose en la parte trasera de un sofá cercano, bastante relajado al contrario que el hechicero que tenía una expresión que daba miedo ─A mí me da igual pero a mis amigos les gusta mucho. ¿Y por qué es peligroso? ─inclina su cabeza dudoso

El pelinegro comenzó a explicar qué es lo que eran las maldiciones y cómo surgían. Lo que logré comprender es que nacían a partir de los elementos negativos de las personas y que, por lo general, habitaban en escuelas, hospitales o los típicos sitios lúgubres.  Es como lo que sentía esta mañana, o desde que vengo a este hospital más bien, los llantos y lamentos de la gente. Algunas son muy poderosas como la que contiene el objeto que posee a mi hermano. Ahuyentan a otras maldiciones pero si su sello llega a romperse hace todo lo contrario.

─Entonces si yo soy una maldición, ¿significa que soy un cúmulo de sentimientos negativos? ─pregunto con mi mano en el pecho, sintiendo los latidos de mi corazón. Cada vez se sienten más lejanos, como si fueran falsos

El chico asiente ─Básicamente es eso

Mi mano aprieta ligeramente mi ropa y bajo la mirada. Siempre quise descubrir qué era en verdad. Pero ahora creo que estaba mejor sin saberlo. Creo que después de todo... yo no puedo ser...

Monster ─Gojo SatoruDonde viven las historias. Descúbrelo ahora