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—"You've been always mine."
AERA...
—ATRAVESAMOS TODO EL HOTEL, el de pelo gris seguía sujetándome y la de rastas siguiendo mis pasos.
Llegamos al parecer a una habitación, me fijé en el número, 11.
Quizás sería bueno saberlo en un futuro.
Entramos en ella y el chico me soltó, con tranquilidad, sacó su capucha y se sentó en unos sillones junto con su amiga.
Chishiya hizo un gesto conforme podía sentarme en un lugar vacío delante de ellos.
Obedecí y tomé asiento.
—¿Y bien? –Pregunté recostándome en el sillón observando la habitación.
No era nada comparado con mi suite, siendo sinceros.
Ellos se miraron entre si, pero no obtuve respuesta alguna.
Suspiré cansada.
—Oigan, para esto me hubieran dejado ir con Niragi, seguro me estaría divirtiendo más. –Dije bromeando.
Chishiya me miró entre cerrando sus ojos y después suspiró.
—Tenemos algo importante que contarte, Reina Roja... –Sentenció al fin Chishiya.
Yo le miré con diversión.
—Adelante, Cheshire. Te escucho. –Respondí sin mucho interés.
—Aera... Sabemos que apenas nos conoces bien, pero creemos que eres una persona extremadamente fuerte y valiente, por eso queremos que formes parte de algo. –Dijo Kuina lo más amable posible.
¿Era esa su personalidad o tan solo era una faceta suya?
Me recosté en el sillón, sabiendo por dónde iba el tema.
—No sé qué piensas hacer aquí. Tampoco es que sea de mi interés, hablando claro... –Habló esta vez Chishiya– Pero creo que ambos tenemos el mismo objetivo en mente.
No hablé. Dejé que acabara con su propuesta.
—Antes de seguir, Aera. Necesito saber que serías capaz de hacer para salir de aquí. –Dijo de nuevo el chico seriamente con sus codos apoyados en sus rodillas.
