Capitulo 2 : Un idiota

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Capítulo 2 :

Cara.

Vamos, tu puedes concéntrate Cara.

Cierro los ojos con fuerza y recito nuevamente las palabras en mi mente.

"Deja que el objeto de objeción solo sea un sueño, evita la realidad y la imaginación ganara"

Abro los ojos lentamente y sonrío.

La muñeca ya no se encontraba allí.

Unos golpes en la puerta de mi habitación me sorprenden.

- Cariño, te encuentras bien?

Bajo mi mano y la colocó al costado de mi cuerpo. - Si, lo siento solo escuchaba música - Voy hacia mi reproductor de música y le bajo el volumen a la canción de Green Day que estaba sonando por mi habitación. Voy hacia la puerta y la abro encontrándome con mi madre en camisón y su pelo dorado recogido en un desordenado moño.

- Gracias al cielo, creí que estabas sorda . - Saca sus manos de las orejas y me sonríe. Toma mi cara con ellas y comienza a darme besos por todo el rostro asfixiándome.Frente, mejilla, mi sien, en los ojos. - Buen día a mi pequeña loquilla.

- No hagas eso acabas de despertarte y seguro hueles a animal muerto.-
Mi bella madre abre la boca y me tira su aliento, eso si que es asqueroso pero ella no olía a León, solo estaba bromeando, es mas su aire olía a chocolate.

- Eres desagradable mujer. - Olfateo el aire - Acaso has estado comiendo chocolate?

Ella ríe. - Jamás descubrirás mi escondite. - Ruedo los ojos y ella besa la coronilla de mi cabello color celeste.

Mi madre suele ser un poco rara, pero la amo así como es. Quien no lo haría?

- Alístate, es hora de ir a clases y no querrás llegar tarde. - Grita bajando las escaleras.

Oh no, la asquerosa escuela secundaria. Tengo un odio profundo hacia esas cuatro paredes que se dedican a la enseñanza, lleno de plásticas folladas, asquerosos jugadores de fútbol americano y si no eres uno de esos perteneces a el comité del periódico escolar.

Que le den.

Suspirando me visto con mis tejanos "Boyfriend", una remera color azul Francia y me pongo la campera negra de tela fina con capucha que uso normalmente. Y las converse negras gastadas no pueden faltar.
Tomo mi especie de bolso y lo cuelgo cruzándome la correa. Mis dientes y todo mi yo están aseados gracias a que acabo de tomar una ducha hace tres horas.
Estas tres horas estuve tratando de que la estúpida muñeca que herede de mi madre lograra desaparecer, algunas que otras veces cuando me aterrorizaba por las noches la colocaba en el borde de mi cama, ni siquiera la abrazaba para dormir. Ahora la uso de rata de laboratorio. Ya que lo recuerdo...

Voy hacia mi escritorio donde hace minutos se encontraba la asquerosa muñeca llamada Lucrecia, si lo se, bonito nombre. Díganselo a mi madre.

"Deshaz la magia que ahí cayo, invierte el hechizo y todo se arreglo"

Dije concentrándome en la parte vacía de mi escritorio. Ahí volvió a aparecer la muñeca de gruesas trenzas color rojo.

Mirándome fijo.

- No sonrías de esa manera, sabes como son las cosas.

Esas palabras ya estaban en mi mente, había veces que con solo imaginármelo ya no era necesario decirlo. Estuve los últimos dos días tratando de que Lucrecia desapareciera y la jodida muñeca seguía ahí mirándome.

Mi compañera de banco es una BrujaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora