Resumen : Escabullirse para tener relaciones sexuales es difícil con un niño en casa.
Género : ¡Marido! Taeyong, AU nacional, pelusa
Número de palabras : 0,7k
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"Sí, cariño, así como así".
El aliento de Taeyong era cálido contra tu oído.
Con un niño en edad preescolar en casa, no tenías mucho tiempo para tener intimidad. Siempre que tenían la oportunidad, estaban el uno con el otro como adolescentes.
Estaba acostado encima de ti, con los brazos a cada lado de tu cabeza y los bíceps abultados por el esfuerzo.
Estabas acostada debajo de él, completamente desnuda. Sólo una fina sábana los cubría a ambos.
En secreto te encantaba andar a escondidas con Taeyong. Te hizo sentir vivo.
Sus caderas se balanceaban contra las tuyas a un ritmo pecaminoso. Te mordiste el labio para no gemir.
Era una locura tener relaciones sexuales a las 5 de la tarde, cuando tu hija estaba durmiendo la siesta, pero después de que Taeyong pasó todo el almuerzo con sus ojos mirándote sugerentemente a los tuyos, guiñándote cada vez que tu hija no miraba, no pudiste resistirte.
Taeyong te miró como si fuera un hombre hambriento y tu cuerpo fuera el único alimento.
Giraste la cabeza hacia un lado. Fue entonces cuando notaste dos grandes ojos marrones mirándote desde la oscuridad.
Gritaste.
El cuerpo de Taeyong se puso rígido. Levantó la cabeza y siguió tu mirada. Cuando vio lo que estabas mirando, maldijo.
Era Yumi, tu hija de cuatro años. Su pijama morado teñido anudado estaba arrugado, su cara estaba hinchada por el sueño y su cabello negro era un nido de pájaro.
"Mami, papi, ¿qué estás haciendo?"
Te congelaste. Esta fue tu peor pesadilla, peor que cuando saliste con la falda de la escuela metida dentro de las bragas, con toda la escuela secundaria riéndose de tu trasero expuesto.
Taeyong se levantó suavemente de la cama y envolvió la mitad inferior con la sábana. Colocó el edredón sobre tu pecho desnudo.
Normalmente, estabas tranquilo en una crisis y Taeyong era el nervioso, pero hoy parecía que habías cambiado.
Taeyong sonrió como lo haría un maestro de escuela. "Papá y mamá están pasando un rato de adultos. Ve a tu habitación, cariño, estaremos allí en un minuto".
La niña miró a Taeyong y luego a ti. Luego, se encogió de hombros, dijo "está bien" y se alejó.
No te diste cuenta de que habías estado conteniendo la respiración todo este tiempo.
Exhalaste, sintiéndote mareado. "Mierda. ¿Crees que ella... vio algo?
Taeyong sonrió suavemente. "Ella tiene cuatro años. Incluso si viera algo, no sabrá lo que significa".
Lo observaste mientras se ponía sus pantalones deportivos grises. Admirabas su forma delgada pero musculosa y los muchos pequeños tatuajes que adornaban su piel. Pensaste en lo mucho que querías besarlos, pero entonces el rostro de tu hija apareció en tu mente e hiciste una mueca.
"¿Cómo estás tan tranquilo con esto?"
Taeyong sonrió con nostalgia, con los ojos mirando a lo lejos. "Esto me pasó una vez antes".
Frunciste el ceño. "¿Cuando?"
Taeyong pasó su mano por su sedoso cabello. "Um... el hijo de mi ex una vez nos sorprendió, ya sabes... haciéndolo... en el sofá. Así que sé exactamente qué decir: es un abrazo de adulto, la privacidad es importante, no es culpa tuya, bla, bla, bla".
Tú frunciste el ceño. Sabías que Taeyong había tenido amantes antes que tú, pero no te gustaba que te lo recordaran.
Taeyong sonrió y acarició tu brazo para tranquilizarte. Era como si pudiera leer tu mente. Él siempre supo cuando estabas celoso.
"Vamos, mamá". Él ronroneó. "Vamos a tranquilizar a nuestra chica, luego podremos terminar lo que empezamos".
Te mordiste el labio. Taeyong era un hombre difícil de resistir.
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Después de veinte minutos de consolar a su hija, finalmente se durmió.
Tú y Taeyong regresaron a suhabitación, de la mano.
Gemiste y apoyaste tu cabeza contra su hombro esculpido. "Eso fue muy vergonzoso. Nunca volveremos a tener relaciones sexuales, como siempre".
Taeyong se rió entre dientes, profunda y varonil. Enterró su rostro en la curva de tu cuello y colocó besos largos y con la boca abierta en tu piel que hicieron que todo tu cuerpo vibrara.
"Estoy seguro de que puedo convencerte"
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