↳ advertencia ⇹ descripción explícita de sexo, sexo en público, etc... (está sucio, está bien)
↳ resumen ⇹ cuando trabajas un turno extra largo en el trabajo, tu novio te sorprende con una visita.
↳ a/n ⇹ te despedirían totalmente por esto, pero no puedo ser el único que ha pensado en ello.
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Caminabas en círculos alrededor de tu tienda, asegurándote de que los clientes estuvieran bien y arreglando cualquier cosa que estuviera fuera de lugar. Llevabas siete horas y media de tu turno de ocho horas y estabas exhausto. Lo único que querías era dormir un poco. Podías sentir que tu cuerpo comenzaba a apagarse cuanto más caminabas. Tus palabras se arrastran ligeramente por el sueño en tu voz.
Respiraste profundamente y cerraste los ojos por un momento. Podrías haberte desmayado allí mismo, si no fuera por las luces brillantes que brillan en tu cara. La tienda se había cerrado en su mayor parte, sólo quedaban unos pocos clientes. Continuó arreglando el estante, doblando la ropa y reponiendo secciones. Fue tedioso, claro, pero pasó el tiempo bastante bien.
Dios, cuánto deseabas ir a casa y acostarte en tu cama, con Jaehyun a tu lado. Te acurrucarías contra él, con la cabeza apoyada en su pecho, y los suaves movimientos de su respiración te llevarían a dormir. Los débiles sonidos de la televisión llenarían el silencio entre ustedes. Él te abrazaría, pasando suavemente sus dedos por tu cabello, tal vez tarareando una suave melodía mientras lo hacía.
Eso estaría bien.
Sólo te quedaba media hora, pensaste para ti mismo. Treinta minutos y podrías volver a casa y estar en sus brazos. Estabas contando los segundos. Y no podría llegar lo suficientemente pronto.
Podías sentir que te quedabas dormido a medida que pasaba el tiempo. Un minuto parecía una hora, el reloj avanzaba lentamente y se prolongaba cada segundo. Fue doloroso. Te dolía el cuerpo y ansiabas un poco de descanso.
Entonces escuchaste a tu gerente decir tu nombre, su tono molesto te puso nervioso. "Sí", dijiste, dándote la vuelta para verla parada detrás de ti.
"Voy a necesitar que te quedes y tres horas más". Su tono era duro y no había ni una pizca de culpa en su voz. Era como si ella quisiera que sufrieras. Estabas bastante seguro de que sí, ella nunca te tuvo cariño. "Necesito salir temprano y alguien que cierre".
"Pero necesito llegar a casa. Tenía planes después". Tu voz tembló levemente. No sabías por qué te molestaste siquiera en intentar razonar con ella. Ella nunca se había rendido, ni siquiera una vez.
