Capítulo 23

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"Cuando vi al rubio teñido sentado junto a su amigo bebiendo, y en su rostro la molestia evidente que tenía, fluía en esa mirada el enojo, que seguramente Jimin le habría provocado, al dejarlo solo y no quedándose junto a él. Yo por mi parte como un niño con juguete nuevo, feliz me sentí al ver toda esta situación.
Podía imaginar cual sería su molestia, el no haber conseguido que mi bello Jimin lo mirase como solo a mí lo había hecho, mientras yo lo provocaba al bailar con esa mujer.
Una leve sonrisa en mi rostro se dibujó complaciente, ante esta imagen frente a mis ojos, y a toda prisa subí las escaleras buscando a mi hombre perfecto.
No tardé en hacerlo y desde lo alto, hice un último pantallazo del lugar, para sacarme la duda de que aún no estubiese allí. Sentía mi corazón latir como nunca, desconocíendome por completo lo que me estaba sucediendo y de lo cual hasta yo mismo me asombraba.
Indudablemente Jimin me tenía en la palma de su mano, y de allí no me quería ir en lo absoluto.
Ya sin perder más tiempo, respiré hondo y salí hasta donde estaban estacionados todos los automóviles. Busqué y busqué pero por lo que había podido corroborar, allí ya no estaba.
Decidido en ir detrás suyo, suponiendo que a su casa tal vez podría haber regresado, me dirigí hasta donde había dejado mi coche, cuando de pronto su voz a lo lejos la oí. Rápidamente giré mi cabeza buscándolo ansioso, pero en ese instante en que nervioso estaba, como por arte de magia un montón de personas frente a mis ojos comenzaron a cruzarse, imposibilitando mi tan ansioso reencuentro con él. Mi cuello trataba de estirar, ayudado en que me coloqué en puntas de pie para poder visualizar mejor todo a mi alrededor, hasta que su automóvil lo vi hacer marcha atrás y salir de allí.
Sin perder un minuto más, en busca de mi auto fui a toda prisa, pero para mi mala suerte de los nervios que por momentos se apoderaban de mi, no encontraba las llaves que creí haber dejado en el bolsillo de mi pantalón.
Esto si que parecía cosa de locos, no las encontraba por ningún lado y lo único que atiné hacer, fue elevar mi mirada hacia el renegrido cielo que la mismísima Luna adornaba en su máximo esplendor."

- Jungkook: Ayúdame por favor, necesito tranquilizarme y encontrar esas benditas llaves para poder ir tras de él.

"Parecía realmente un loco hablándole a la Luna, si en nada me podía ayudar, pero necesitaba relajarme y pensar un instante en donde habría podido guardarlas, hasta que me acordé que en mi abrigo las había dejado, y a el en el guardarropa del bar.
Después de buscarlas y tenerlas ya en mi poder, puse el automóvil en marcha y a su búsqueda emprendí el camino.

No podía evitar mirar la hora cada minuto que pasaba, sentía como la ansiedad se adueñaba de todo mi ser poniéndome cada vez más nervioso.
Su mirada molesta al verme bailar con aquella morena, llenaba de felicidad mi interior, y el deseo de tenerlo frente a mi y poderlo besar, se acrecentada cada segundo que pasaba.


Nunca me imaginé enamorarme de un hombre por errorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora