Capítulo 25

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Al verlo allí parado al frente suyo no lo podía creer, sus ojos no dejaban de brillar, y de esos preciosos labios en forma de corazón, un suspiro dejó salir.
Era un verdadero ángel, vestía una holgada camisa de lino blanca, con unos pantalones de la misma tela que lo dejaban moverse libremente, sus pies estaban con unas chinelas de color negro, dejando ver sus dedos que al moreno tanto le gustaba. Tenía sus dorados cabellos aún húmedos, posiblemente se habría dado una ducha porque era obvio que del bar, ofuscado había salido, pero estaba más atractivo que nunca. El aroma de su piel era como un elixir, que lo embriagada de tal manera que hasta su vellos erizada.
A los ojos renegridos del moreno lo miró extrañado, del por qué de su presencia a esa hora allí en su hogar, pero sin tiempo a poderle decir alguna palabra, en silencio los labios de Jungkook lo dejaron.
Fue un beso cargado de ternura y una dulzura, que jamás hasta sus 28 años había experimentado.
Los brazos fornidos de Jungkook, envolvieron su cuerpo también trabajado, y aquellos escasos centímetros que a ambos cuerpos los separaban, en un segundo fueron unidos cuando sus brazos por el cuello del moreno los enredó, sintiendo así al unísono ambos latidos de sus corazones, latiendo al compás de ese amor que tanto miedo tenía de sentir.
Esa sensación de levitar mientras sus labios unidos estaban, no había palabras para describir eso que solo el amor lo puede lograr. El aire era escaso, pero nada les importaba a ambos, solo seguir disfrutando de aquella unión en que tanto amor tenían el uno por el otro, a través de un beso lleno de dulzura.
Jungkook con su zurda lo sostuvo de la cintura atrayéndolo más a su cuerpo, mientras que con su diestra lo tomó de la mejilla y lo acariciaba, rozando su pulgar por el mentón bien definido de Jimin. Lentamente fueron separando sus labios, y abriendo sus ojos perdiéndose en la mirada contraria, demostrando a través de sus ojos la necesidad de estar el uno con el otro.

- Jungkook: ¡Jimin! ¡ah! (suspira)
Me gustas, y es mucho. Quiero estar a tu lado, abrazarte, mirarte a esos ojos que me pueden y doblegan a la vez. Porque rendido en tus encantos estoy.

- Jimin: Pero...

- Jungkook: Déjame que termine por favor.
Tal vez te cueste asimilarlo, pero desde que probé tus labios, unido a ti estoy.
Aceleraste mi corazón como solo tú lo pudiste hacer, cuando te sentí no fue un instante de pasión y nada más, todo lo contrario me entregué en cuerpo y alma, sintiendo como mi mundo solo giraba en una persona, y esa persona eras tu.

- Jimin: Jungkook creo que estas confundido.

- Jungkook: No estás dentro mío como para afirmar lo que dices. Se lo que te estoy diciendo, se lo que siento y también se muy bien que quiero estar contigo.
Mi piel al rozar la tuya se transporta a un paraíso, en donde solo tú y yo somos los protagonistas. Déjame ser quien junto a ti camine, llevarte de la mano, acariciar tu delicada piel como ahora lo hago, y poderte decir mirándote a los ojos, que estoy enamorado de ti.

En ese instante en que aquellas palabras repitió, sin aliento lo dejó a Jimin, que incrédulo lo miraba con un brillo de tristeza en sus ojos.

- Jungkook: No dudes de mí, si alguna vez te hirieron debes pensar que no todos somos iguales. Aquella herida que dejaron en tu corazón, si aún no ha cicatrizado, por favor dímelo, y me apartaré de tu lado. Estoy enamorado de ti, de éste hombre que parado al frente mío está, que me mira con esos pequeños ojitos que son mi Luna.
Confundido solo estuve cuando te vi disfrazado de lo que no eras, pero es de ti -(tocando su pecho), de éste hombre magnífico que me atrapó y se adueñó de mí corazón.

- Jimin: ¡Jungkook! no se que decirte, yo no creo en el...

- Jungkook: ¡Sh! ¡sh! no digas nada, el amor seremos tú y yo, si es que así tu también lo deseas, y nada ni nadie podrán contra este sentimiento.

- Jimin: No quiero sufrir, tengo miedo que no funcione.

- Jungkook: Solo intentemoslo, ¿qué dices, aceptas a este hombre que loco lo tienes?

Inspiró profundamente sintiendo en ese instante, como poco a poco su corazón vibraba de diferente manera, necesitando de ese hombre que al frente suyo estaba mirándolo con amor.

Nunca me imaginé enamorarme de un hombre por errorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora