Do You Sleep Well?

Un deseo

Cuando uno es niño regularmente se tienen deseos simples de cumpleaños.

Una bicicleta nueva, un nuevo juguete, ir algún lugar de viaje, incluso desear hacer algo que nunca que te dejan hacer. En mi caso, yo desee que mis hermanas murieran. No me malinterpreten, yo siempre ame a mis hermanas, aunque ellas no lo hicieran conmigo.

Mi nombre es Jeon Aerum, soy trilliza junto con mis hermanas Seoyun y Minseook. Puede que naciéramos de la misma madre el mismo día, pero yo no me parecía del todo a ellas dos, pues nací un poco mas pequeña y con un problema en el corazón. Somos el deseo de mi madre, siempre soñó con tener niñas entre sus hijos, pero por alguna razón solo el universo le había dado un niño. El primogénito, nuestro adorado hermano Jeon Jungkook.

Mi hermano era el hijo perfecto, no tenían ningún problema con él, lo único que es que deseaban tener un poco más, pero mi madre no lograba concebir, sufrió un par de abortos antes de someterse a uno de esos tratamientos caros de fertilidad. Lo cual dio como resultado nuestra concepción, todo fue normal con el embarazo hasta el momento del parto donde anunciaron que una de sus tres pequeñas había nacido con un corazón débil, que no esperaban que sobreviviera la noche, mis hermanas nacieron sanas y perfectas, mientras conmigo fue un milagro que naciera.

A la edad de 6 años como no podía hacer lo que los demás niños sin agitarme, pues siempre tenía que estar en chequeos, tomando medicamentos cuidando todo lo que comía, como dormía, mi estilo de vida, si a eso le llamaban vida. Creo que, por mi salud débil, mis hermanas nunca me presentaban como su hermana, ellas siempre decían que eran gemelas, era lógico después de todo yo era un poco diferente a ellas.

—¿Pero que no son tres? —preguntaban en ocasiones.

—¡No! — gritaban las dos —solo míranos, ella no se parece en nada a nosotras.

Mis ojos estaban siempre hundidos, mi piel siempre era pálida y un poco reseca, mientras ellas lucían como muñecas de porcelana en un aparador, a veces les tenia un poco de envidia.

Después de escucharlas por años te acostumbras y el dolor del rechazo de tus propias hermanas cesa. Aunque no todo era malo en mi vida, tenía a Jungkook él me mimaba mucho, de hecho el me enseño a leer antes que la escuela, como no puedo corretear por todos lados fue un hecho que me refugiaría en los libros, mis favoritos los de fantasía, pues así me daba una idea de lo que seria tener una vida un poco más atrevida y llena de aventuras a mundos inamovibles.

—¿Adivina quién es el mejor hermano del mundo?

—No lo sé, no conozco a muchas personas —sonreí mientras hojeaba un libro en la sala.

—Muy graciosa —me ataca con un poco de cosquillas antes de ponerme un nuevo libro enfrente —vine a presentarte a Julio Verne, este autor te ayudara a seguir las aventuras que tanto te gustan.

Siempre fue una persona importante en mi vida, junto con mamá, ella también me adoraba y me quería por igual, jamás le importo lo débil que yo era, o lo caro que salía el cuidarme, eso siempre lo decía mi padre. Lo escuchaba a veces quejarse de como tenía que trabajar más para poder pagar mis tratamientos, el cómo deseaba que hubiera sido como mis hermanas, o como Jungkook.

Yo también deseaba aquello.

El día de mi cumpleaños 11 todo cambiaria, por lo mismo de mi enfermedad no dormía con mis hermanas, por temor de que ellas me lastimaran, según mi madre ellas son demasiado ruidosas y podrían exaltarme, aunque yo sabía que era por lo crueles que eran conmigo, mamá y Jungkook se daban cuenta de ello y siempre que tenían oportunidad de evitarlo lo hacían.

Todos se preparaban para la fiesta de cumpleaños, mientras yo miraba por la ventana deseando poder salir a correr un poco y dejar que la brisa me llenara los pulmones. En la casa vecina comenzaba a mudarse alguien nuevo, tenia tiempo sin que nadie habitara ahí, por lo que eso llamo mi atención, mas un tierno niño rubio que bajo del auto mirando a su alrededor, hasta que sus ojos se posaron en mi ventana. Levanto la mano y me saludo como si pudiera verme con tanta claridad.