Harry Potter y el Príncipe de Slytherin

Capítulo 83: HP&DEM 01: Preludio (Theodore Nott)

HARRY POTTER
Y LA AMENAZA DEL MORTÍFERO

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CAPÍTULO 1: Theodore Nott y la Casa de las Siete Gárgolas

19 De junio de 1993 a las 5:00 pm
Manor Nott
Nottinghamshire, Reino Unido

Un pop suave acompañó la llegada de Theo y su padre a la mansión ancestral de la familia. Lord Nott se dirigió bruscamente hacia la casa señorial, pero Theo se detuvo y miró hacia el edificio premonitorio. Había vivido aquí continuamente desde el día en que llegó a casa desde St. Mungo es como un bebé hasta el día en que se fue a Hogwarts el 1 de septiembre de 1991, a excepción de algunas funciones sociales raras. De hecho, si no hubiera habido un número inusual de niños de su edad nacidos en familias políticamente aliadas con las suyas y con las que se esperaba que cojeara, Es posible que Theo nunca haya visto a otro niño antes de subirse al Expreso de Hogwarts. Pero se había ido durante casi dos años, y Nott Hall parecía diferente. Ciertamente fue tan triste como lo había recordado, pero Theo ahora tenía la sensación más extraña que tenía ... encogidode alguna manera. Encogido y menos imponente de lo que había sido el día que se fue a Hogwarts.

los gárgolas, sin embargo, eran tan grandes y temibles como había recordado. Había siete de las cosas bestiales dispuestas a intervalos extraños alrededor de la casa. Theo había visto gárgolas en libros y sabía cómo eran las gárgolas comunes en las estructuras de muggle. De hecho, se había sorprendido al saber que generalmente eran simples adornos funcionales – caños de agua diseñados para canalizar la lluvia de los techos de los edificios medievales y que habían sido decorados para parecerse personas deformadas o animales por razones estéticas. Las gárgolas de Nott Manor, sin embargo, eran estatuas sin propósito funcional.

Bueno, no obvio propósito funcional. Antes de morir, la madre de Theo le había advertido repetidamente al niño que nunca jugara fuera de la casa sin ella o Alex o uno de los elfos de la casa más amables como chaperones o "las gárgolas podrían atraparte." Después de que ella había muerto y él había envejecido, Theo finalmente decidió que no había nada peligroso en las estatuas de piedra y que su madre deseaba que se quedara en la casa en todo momento por alguna otra razón perturbadora probablemente relacionada con su padre. Pero Theo se había convertido en un mago desde que dejó Nott Hall, aunque solo era joven, y sus estudios tanto en Hogwarts como bajo la breve tutela de Lucius Malfoy le habían enseñado a reexaminar sus suposiciones infantiles.

Las gárgolas eran todas idénticas. Cada uno era una bestia corta pero robusta de cuatro patas que se parecía vagamente a un cruce entre un león y un pequeño toro con gruesos cofres de barril y cuernos torcidos que se extendían desde una melena áspera. Los estudió ahora con sentidos que no había poseído cuando se fue a Hogwarts y que solo había comenzado a refinar. Y esos sentidos le dijeron ahora que sus temores infantiles anteriores habían sido correctos. Había magia en las siete gárgolas. Magia y hambre y también una ira inexplicable pero terrible que solo fue restringida por su naturaleza pedregosa.

"Theodore!" Lord Nott llamó por encima del hombro. "No te dudes. Tenemos mucho de qué hablar."

La cabeza de Theo se dirigió hacia su padre sorprendido, pero el hombre ya se había dado la vuelta y se dirigió hacia la casa. Honestamente, no podía recordar la última vez que su padre había usado su nombre real. Por lo general, era "mocoso" o "pequeño bastardo" si no era algo peor. Theo recogió su baúl y siguió al hombre mayor, evitando ahora con estudio la mirada de las siete gárgolas ... si no sus atenciones.