- Por fin llegamos. - Suspira el pelinegro, pero Gael apunta al río.
- No celebres aún... - Unas bestias salían debajo del puente.
- No se muevan - Yungay baja del caballo, alrededor de su cuerpo se veía un hilo celeste y en unos segundos, se encontraba enfrentando a las bestias, osos y algunos cocodrilos de color negros. Empieza a matar uno a uno.
- Es bastante bueno - Dice Andrea, Gael solo miraba en silencio.Mientras atacaba con gran velocidad, se escuchó un gruñido, ambos jóvenes que estaban fueran de combate vieron de donde provenía ese ruido, no se esperaron ver a un león negro, uno que se dirigía corriendo hacia Yungay a una gran velocidad.
- Oh no - Los jóvenes notaron que el joven estaba despistado - ¡Ten cuidado! - Grito Gael, pero la joven de pelo negro corrió hacia él y lo tiro al suelo junto a ella para evitar el ataque directo del león. Ambos se levantan rápidamente.
- ¿Qué haces ? - Refunfuña el pelinegro.
- ¡Defenderte de eso! - Apunta al león negro. De repente escucha un gruñido a sus espaldas, miran atrás y era una bestia oso.
- ¿Tu usabas dagas no? - Les pasa unas dagas - Ayuda y mata al oso - Luego se va rápidamente del lugar, dejando a Andrea frente a una bestia que parada, era el doble que ella.
- Solo me queda una cosa que hacer...- Salta de un lado a otro, haciendo que el oso la mire, se detiene y empieza a correr a una dirección opuesta a la de Yungay - ¡Espero que los osos corran más lento que los humanos! - El oso empieza a perseguirla, alcanzándola rápidamente. - Creo que no era así. - Se detiene y le lanza una daga, enterrándose en una de sus piernas, deteniendo a la bestia.
La joven estaba cansada - Tuve que hacer más deporte en mi juventud. - Se centra en el oso, el cual trataba de sacar la daga con la boca. - Un oso normalmente no haría eso, creo... - Sin hacer mucho ruido se va del lugar, pero la bestia le ve y se acerca a ella, preparada para atacar. Ella se queda inmóvil "Un sueño, debe ser un sueño". Cierra los ojos, esperando despertar en el parque, pero solo escucha el lamento del oso. Abre los ojos y ve una espada enterrada en el pecho de la bestia.
- ¿No que eras buena usando las dagas? - Escucha el tono burlón de Gael a su lado, pero estando serio. El oso, abatido, cae a un lado. Andrea veía con pena esta escena, al fin y al cabo, son animales.Mientras con Yungay y el león, el último era resistente a sus ataque e inteligente frente a su velocidad, así, prediciendo donde iba estar en varias ocasiones, dándole pequeños rasguños, pero no más. En un momento, un ataque sorpresa por detrás de su pierna derecha. No lo vio venir, un mordisco por parte de un cocodrilo.
- Maldición ... - Vio a los otros 2, viendo al oso ya en el suelo - ¿Tan rápido lo derrotó? También seria rápido para mi sin esos 2 - Susurra para luego enterrar la espada en la cabeza al cocodrilo, haciéndole que le suelte. En el momento de sacar la espada, el león ya estaba por atacar.
Sin poder correr, solo trata de minimizar el daño que haría. Antes de recibir el ataque, sintió otro empujón, esta vez sacándolo lejos de la vista del león - ¡Mierda! - Se paró rápido, preocupado que haya sido otra vez Andrea, pero para su sorpresa, vio a Gael con una espada ya abajo y al frente suyo, el león sin su cabeza, la cual aprecio que estaba al lado suyo; se quedó en shock por lo visto.
- ¡Gael! - Grita Andrea al lado del cadáver del oso.
- Ni modo ... Tenía que actuar - Se toca el pecho por un leve ardor que tenía, al observar, vio sangre en la polera y en su mano, el solo sonrió - Tal vez tuve que actuar antes - La chica se acerca corriendo, algo agitada. "¿Como llego tan rápido?" Según la visión de Andrea, el recién había sacado la espada del oso, ambos escuchan un quejido de Yungay y viendo a su dirección, observando como este estaba a punto de ser atacado por el león. La joven iba a gritarle, pero en un pestañear, vio a Gael frente al león.- ¡Andrea cuidado! - Gritó Gael herido. Yungay y Andrea vieron detrás, era el oso mal herido. Yungay toma su espada, despertando del trance rápidamente. Detrás del oso, surgió un portal dorado, del cuál salían unos rayos blancos. Apareció de un salto el pelinegro, rodeándolo los mismos rayos; clavó la espada en la bestia y luego una gran cantidad de rayos quemaron al animal.
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Entre mundos: Una historia dividida.
FantasiaLa historia sigue a Andrea, una joven universitaria común y corriente que de un momento a otro se encuentra atrapada en un mundo misterioso y peligroso, recordando a las novelas medievales que siempre lee. Andrea, una soñadora empedernida, cree que...