DRAGONS & DESTINY

𝟎𝟑. 𝐃𝐫𝐢𝐟𝐭𝐦𝐚𝐫𝐤

El viaje a Driftmark habría durado menos si su padre tuviera un dragón. Su padre siempre prefiero los libros que a los dragones. Mientras su padre viaja en el barco, ella viajaba en Syrax.

Su dragón había notado un cambio en ella; al principio se negaba a que la montara y no tuvo otra opción que contarle la verdad. Después de eso, Syrax le permitió montarla. Aun se preguntaba como la Diosa Syrax la iba ayudar, solo la había visto una vez y era tonto en confiar en una persona que solo vio una vez, aunque fuera una diosa.

Había dado varias vueltas en su dragón hasta que el barco llegó a Driftmark. Antes de llegar a tierra pudo observar en la entrada principal la presencia de Lord Corlys, a Laena y Laenor, pero a lado de Lord Corlys no se encontraba la princesa Rhaenys, si no una mujer alta de cabello castaño oscuro. Era muy diferente a su vida pasada, en su antigua vida solo fue recibida por su prima Laena y un Velaryon.

- Padre - saludo Rhaenyra mientras se colocaba a su lado.

- Hija mía, ¿el vuelo fue placentero? - preguntó.

- Por supuesto padre.

Por supuesto que Otto y Cole estaban con ellos, su presencia no hacía más que irritarla. Antes de casarse con Laenor haría que su padre despidiera a Otto y conseguiría a un nuevo guardia que fuera leal no como el maldito traidor de Cole.

- Majestad, sea bienvenido a Driftmark - dijo Corlys, al mismo tiempo que hacia una reverencia.

- Lord Corlys - saludo Viserys. - Prima.

Su padre había nombrado aquella mujer como su prima, aquella mujer tenía que ser la princesa Rhaenys. En su antigua vida ellas dos jamás tuvieron una relación tan cercana, en cierta parte ella tenía la culpa, arrebatarle a su hijo después de la muerte de su hija no fue la mejor idea, pero la idea de estar con Daemon la cegó.

- ¡Primo! - saludó, mientras tomaba las manos de su padre. Al instante ella notó como la mujer hizo un gesto de preocupación hacia su padre, la enfermedad de su padre lo estaba consumiendo poco a poco.

- Rhaenyra - llamó la mujer. - Lamento no poder visitarte en todo este tiempo, pero debía hacerme cargo de mi hogar.

- No se preocupe princesa Rhaenys - respondió. - Somos familia Rhaenyra - contestó Rhaenys. - No es necesario llamar así - quizás esta vida no era igual que su vida pasada, pensó Rhaenyra.

Habían caminado hacia la entrada del castillo, su padre junto Lord Corlys y la princesa Rhaenys iban adelante, Otto iba detrás ellos y ella iba a lado de Laena, Laenor y Joffrey. Pero al igual que su vida pasada les cerraron el pasó antes de poder entrar al salón de los nueve.

- Vamos prima - llamó Laena. - Desayunemos juntas.