capítulo 03: "cartas y propuestas"

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          SUSPIRÓ CON el estrés actuando como su fiel amigo; las diversas cartas llenas de estupideces tenían un único propósito:

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          SUSPIRÓ CON el estrés actuando como su fiel amigo; las diversas cartas llenas de estupideces tenían un único propósito:

Hacer que Iris de Secramise tenga hijos, herederos y repuestos.

Odiaba eso, ¿por qué no podían dejar que descanse lo suficiente para poder estar bien?

¡Recién regresaba de una jodida guerra!

Además tener hijos no era un asunto trivial; ella los llevaría dentro suyo durante meses y tanto su cuerpo como su mente debían estar en perfectas condiciones para que eso sucediera. Sin mencionar todos los cuidados especiales más los preparativos para el futuro del bebé.

Porque un descuido significaba la muerte del infante.

Pero no podía esperar que esos hombres, que tenían bastardos a diestra y siniestra, pudiesen entender. Ellos sólo se preocupaban por si mismos, jamás estaban presentes para preocuparse por sus esposas, amantes, prostitutas, o víctimas cuando estaban en ese estado tan delicado. Muchas veces se debía al poco interés en la mujer, otras veces era porque no se molestaban en saber si la mujer estaba en cinta o no.

Ah, despreciaba a esos hombres.

Y si no fuese porque no quería más sangre en sus manos, sus cabezas habrían rodado en el preciso momento que tuvieron la audacia de mencionar el tema.

Aunque parecía que el duque Phantom le había ayudado a dejar su punto bastante claro con sus amenazas disfrazadas de consejos. Ahora solo tenía cientos de cartas que trataban de lo mismo.

Completamente estúpido.

Iris comenzó a morderse la lengua mientras su ira luchaba por dejarse notar; agarrar su espada y...

—Deberías relajarte, hermana. —Ariana, que había estado relajando sus pies en agua con flores y tónicos, le aconsejó vagamente en lo que terminaba de aplicarse la mascarilla en su rostro. Ahora que su hermana mayor estaba devuelta podía relajarse un poco, ya no tenía miedo de escuchar noticias desgarradoras sobre la guerra. —Tanto estrés es malo para tu salud.

Y, como si fuera magia, el agobio de Iris pasó a segundo plano con un suspiro. Su ciruela siempre le hacía más feliz con sólo hacer notar su presencia.

—¿Esa es la receta mágica de la que ha estado presumiendo Kamal? —preguntó al reconocer el olor distintivo de la mascarilla; su arándano había encontrado un hobby en verse más bonito y tierno que la gran mayoría de las mujeres de su edad, afirmando que únicamente buscaba los mimos de una mujer más madura que no hiciese berrinches ridículos. Su manzana, su durazno y su fresa le habían dado la razón, apoyando su argumento... sus hermanos estaban locos. —Es raro verte usando algo así, señorita "sólo uso agua".

I DRINK WINE; the princess' jewelry boxDonde viven las historias. Descúbrelo ahora