capítulo 04: "visitas y amenazas"

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          IRIS SONRIÓ, pero no hubo felicidad en sus ojos desiguales, tampoco había amabilidad alguna en los bruscos movimientos de su pie descalzo sobre el desnudo miembro masculino del Duque; eran toques ásperos y rápidos que no mostraban piedad...

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          IRIS SONRIÓ, pero no hubo felicidad en sus ojos desiguales, tampoco había amabilidad alguna en los bruscos movimientos de su pie descalzo sobre el desnudo miembro masculino del Duque; eran toques ásperos y rápidos que no mostraban piedad al hombre, pero parecían traerle un gran placer.

Su cabello, siempre bien peinado, se hallaba desordenado en lío que cualquier mujer encontraría seductor; un desorden causado por sus sacudidas y estremecimientos, sus orejas lobunas siendo participante del desastre. Su intenso rubor rojizo hacía un contraste interesante con su piel chocolatosa, pero los tonos nublados de su mirada resultaban más atrayentes; pequeñas lágrimas se habían aferrado a sus espesas pestañas, dándole más brillo a su mirada.

Gotas de sudor caen de la caliente piel del hombre moreno en cada respiración, sus labios mordidos se separan para respirar solo para ser interrumpido por sus propios gemidos y gruñidos.

Y, sin poder evitarlo, su espalda se arqueó en lo que suprimía su voz al venirse sobre el pie anteriormente prístino de la mujer que ama.

Pero eso no detuvo a Iris.

El Duque se estremeció mientras el placer comenzaba a nublar su mente; su miembro siguió dejando caer restos de su semilla mientras el pie de su amada, ese pie tan blanco y delicado que siempre quiso besar, se movía casi con pereza sobre él.

—¿Crees que puedes hacer lo que te plazca? —Iris agarró parte del cabello desordenado del Duque y lo obligó a levantar la cabeza para observarla, sin seguir ocultando su sentir tras bonitas sonrisas. —¿Hmn?

—N-...no ¡mgh! ah~ es-eso..

Iris levantó su pie sólo para bajarlo con fuerza, provocándole dolor y placer en iguales medidas.

—¿Lo ves? Eres un sucio perro. —susurrando casi sobre los labios del hombre, Iris casi sonrió al sentir como se frotaba contra su pie y el suelo manchado. El Duque Phantom estaba demasiado ido como para hacer un seguimiento de sus acciones... o palabras. —Eres tan desagradable.

En medio de su neblina de placer, el Duque había terminado por revelar varios secretos interesantes. Siendo esa acción lo que suavizó el duro comportamiento de la monarca, sin importar los lloriqueos de un sobrestimulado Nell al que le habían negado su ansiada liberación en ese momento.

Pensar que un hombre obtendría placer de ésta manera.❜ Iris nunca se había encontrado con un masoquista... o, al menos, así cree que se les dice.

Los ojos de diferente colores observaron con atención el rostro libertino del hombre que ya no podía controlar su saliva, dejando que fluyera hasta su cuello y se perdiera en su ropa. Sintiendo ya el aburrimiento de ésta situación, Iris ya estaba cansada de seguir con lo mismo.

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⏰ Última actualización: May 07 ⏰

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I DRINK WINE; the princess' jewelry boxDonde viven las historias. Descúbrelo ahora