Cortejo Extendido

•Lisa y Mandy•

Por supuesto, algunas personas se habían dado cuenta desde antes.

Todo el mundo siempre había dicho que los Ravenclaw eran más inteligentes.

Eran cuatro días después de Navidad, y Lisa Turpin y Mandy Brocklehurst estaban recopilando su lista anual.

-Está bien -calculó Mandy, revisando cuidadosamente sus libros de cuentas- ese es el último lugar para Ron Weasley.

-Igual que el año pasado -comentó Lisa-. ¿Cuántos?

-Eh... dos -dijo Mandy.

-Eso es impresionante para Ron -señaló Lisa-. Antes sólo había recibido uno.

-Blaise (bendito sea) anotó un toque travieso saliendo del campo de Quidditch, y él y Draco tuvieron otro combate de lucha.

-¿Cuenta ser el destinatario de un toque travieso? -reflexionó Lisa.

-Lo hace a menos que les des un puñetazo -dijo Mandy sabiamente-. Pero él se sonrojó.

Lisa parecía emocionada.

-Bueno, bueno, señor Weasley, tal vez todo se trataba de negación después de todo. Tal vez el chico tiene profundidades ocultas.

Miró a Ron encantada desde el otro lado de las mesas. Ron lo notó y se puso rojo brillante, estirándose para tomar la mano de Hermione.

-Ew -dijo Lisa, haciendo una mueca-. No hay necesidad de hacer ese tipo de cosas. Y él cree que ahora me gusta. Ew.

-Ríndete, ese chico es una causa perdida -dijo Mandy-. No así el hermoso Draco, deleite de nuestros corazones, quien está en primer lugar con trescientos ochenta y siete puntos.

-Lo amo -declaró Lisa con profunda convicción.

Miró a Draco, que llevaba otra vez la túnica de Quidditch porque habían sido relegados a practicar justo después de cenar. Intentó inyectar admiración en sus ojos. Draco le guiñó un ojo.

Lisa parecía un poco decepcionada.

-Tal vez simplemente tiene química con todo -dijo dubitativamente-. Quiero decir, seamos realistas, no puedo verlo tocar su escoba sin tener que ir a descansar un rato.

-Bueno, ya sabes lo que dicen -comentó Mandy-. El doble de diversión, la mitad de conciencia.

-La mitad de la nada sigue siendo nada, Mandy.

-Funciona bien para Draco, ¿no?

-¿Quién está en segundo lugar? -preguntó Lisa.

Mandy parecía descontenta.

-Blaise Zabini. Quiero decir, no estoy diciendo nada en contra de Blaise, él claramente merece un lugar de honor propio, pero arruina nuestra tradición. Y es todo porque le diste demasiados puntos por ese estúpido cuero.

Lisa lanzó un grito.

-¡No digas una palabra contra el cuero!

-No quise decir eso, Lisa. Yo... sólo lo dije para lastimarte.

Lisa suspiró satisfecha y le dio a Blaise una mirada tranquila. Él dejó el tenedor y frunció el ceño horriblemente hacia ella y acercó su silla a la de Draco.

Muy gratificante, Mandy estaba segura, pero simplemente no iba bien con ella. Iba contra todas las orgullosas tradiciones de M.E.S.G. Siempre habían dado los primeros lugares a aquellos que habían inspirado la fundación de Mujeres En Subtexto Gay, y esa ruptura con de la norma podría significar un retroceso.

¡Podrían estar comenzando un año infructuoso, lleno de nada más que hombres a los que les gustan las mujeres! Era demasiado horrible de contemplar.

Además, a ella le gustaban esos dos. Eran sus favoritos.