Cambiar mi historia [JINX]

PRÓLOGO

—¡NO TE VAYAS!—un gritó desesperado resonaba en el jardín de la mansión Joo—¡NO TIENES DERECHO A IRTE DAN!—un hombre de cabellos negros tenía en sus brazos a un hombre delgado de cabellos castaños que escupía sangre.

—Jae...—su voz apenas era audible—Yo..

—No digas nada Dan, todo mejorará. Por favor no me dejes—lágrimas rodaban por su rostro—Lo siento, perdóname.

—Eres un... —volvió a escupir sangre—Ojalá nunca te hubiera conocido de haber sabido que sufriría tanto por tu culpa.

—Dan... no digas eso cariño—besó la mano de su esposo—Tienes que vivir, haremos lo que tú quieras, ¿vale?—acercó su rostro al contrario—Te prometo que todo será diferente.

—No prometas algo que no cumplirás—cerraba los ojos poco a poco—Jamás debí haberme casado contigo... te odio Joo Jaekyung—cerró los ojos por completo.

—¡DAN! ¡DESPIERTA, NO TIENES PERMITIDO IRTE!—intentó despertarlo. Sin embargo, ya era demasiado tarde.

El Omega al que el mismo daño ya se había ido de este mundo. A pesar de esto él no soltaba a su esposo... su Omega. Él mismo se odiaba por haber sido el causante del sufrimiento del Omega. Ya no podía hacer nada, ya era tarde... demasiado tarde.

Su matrimonio fue arreglado de parte de ambas familias. Sin embargo, el Omega amaba mucho a su Alfa, pero él no. Para él, los Omegas no son nada, sólo sirven para satisfacer a los Alfas y ser incubadoras.

Joo Jaekyung, un Alfa Dominante, heredero de la Corporación Joshu. Arrogante, egocéntrico y clasista, no se podía negar su gran atractivo. Cualquier Omega o Beta quisiera tener entre sus piernas a un Alfa de su clase.

Kim Dan, un Omega Común, hijo único de la familia Kim. Su familia no tiene tanto dinero como los Joo, pero entre ambas familias había una gran amistad. Dan era hermoso y frágil, era amable y bondadoso. Alfas, Betas e incluso Omegas deseaban ser su pareja.

Jaekyung era un hombre que no deseaba estar atado a nadie. Se acostaba tanto con Omegas como con Betas. La noticia de tener que casarse le cayó como un balde de agua fría. Al conocer a su prometido lo miro con mucho odió, porque pensaba que al ser Dan de una familia no tan rica como la suya, únicamente se casaba con él por el dinero y el estatus de su familia.

Dan amaba al Alfa desde su infancia, la noticia de que Jaekyung iba a ser su prometido le alegró mucho. Su ilusión de tener un matrimonio feliz con el Alfa y de tener una familia era enorme. Pero la realidad era otra.

La primera noche de bodas, el Alfa fue brusco con Dan, ya que él Omega se había mantenido virgen y puro para su futuro esposo. No solo bastó con desgarrar su ano, sino que lo marco, cuando ni siquiera estaba en celo, provocándole un gran dolor.

Durante su matrimonio Jaekyung le era indiferente. Lo humillaba y maltrataba. Incluso llegó a serle infiel, esto afecto al Omega debido a la marca. En los ciclos de celos en vez de que Jaekyung lo pasará con Dan lo pasaba con Omegas que conocía en loa bares a los que concurría para tomar. Mientras que el Omega lo pasaba solo, lo cual le era una tortura.

Ahora, todo ese sufrimiento había acabado. Por fin el Omega podía ser libre del dolor que le causaba su Alfa.

Ojalá jamás hubiera aceptado casarme con Jaekyung, quisiera... quisiera volver atrás y romper el compromiso para no tener que sufrir ni haber perdido a mi cachorro.

Reflexionó Kim Dan antes de morir en los brazos del Alfa.

Mientras que el Alfa, al ya no tener al Omega a su lado, su vida cayó en la más profunda oscuridad. Él se había enamorado de su esposo, más no quiso ver la verdad por miedo... miedo a aceptar que amaba locamente al Omega. Ahora no lo tiene a él ni a su cachorro, todo se terminó.

Después del funeral y de los golpes que recibió de parte del padre de su Omega,  se hundió en una gran depresión. Al ya no soportar la soledad optó por suicidarse.

Dan te extraño tanto. Sin ti no puedo vivir. Sí pudiera volver al tiempo para no hacerte daño te juro que esta vez te protegería. Todo fue mi culpa, tú te fuiste de este mundo... tú y nuestro cachorro.

Estos fueron los pensamientos de Jaekyung antes de jalar del gatillo de la pistola.

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Los rayos de sol atravesaban la gran ventana haciendo mover a una persona que dormia en la gran cama.

—Joven Dan, por favor levántese—la voz de una señora mayor se hizo presente—Recuerde que hoy es la fiesta para anunciar su compromiso.

—¿Uh?—al sentarse en la cama, Dan se dió cuenta de la situación—¿Qué? ¿Nana que haces aquí? ¿Dónde estoy?

—Oh, mi niño, que yo sepa estas en la mansión de la familia Kim. Y estoy aquí porque tengo que asegurarme que se despierte para bajar a desayunar. Hoy es el día de su compromiso.

—¿Compromiso?—preguntó aturdido—Nana, ¿qué día somos?

—Somos el diez de octubre del año xxx—respondió con una sonrisa.

Es el día en el cual se iba a anunciar el compromiso, ¿será que... regrese tiempo atrás?