CAP 9

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Dan y Yeonsu estaban en el jardin de la mansión. Tomaban el té y hablaban respecto al viaje que harían Dan y sus amigos.

—Escuche que los árboles de cerezos florecerán. Eligieron una buena época para viajar a Japón—comentó Yeonsu—¿A que otro país piensan viajar?

—Estabamos pensando en... —fue interrumpido por la voz de su padre quien llegaba de la empresa—Hola, papá—saludó.

—Hola, hoy fue un día pesado—bufó debido al cansancio—¿Comó estuvo su día?—preguntó, mientras le daba un beso en la mejilla de su esposo.

Se sento junto a su familia.

—Estuvo bien. Estabamos hablando sobre el viaje de Dan—comentó.

Una empleada le sirvió una taza de té a Seon-doju. Luego se retiró dando una reverencia.

—Ah, cierto. ¿En dos días es su vuelo, no?

—Si, los chicos y yo estamos ansiosos—expresó con una gran sonrisa—¿Quieren que les traiga algo?

—No es necesario, hijo—dijo Seon-doju.

—Podrias traerme té de Sakura—dijo Yeonsu mientras tomaba una galleta y la mordía.

—Claro.

La merienda siguió tranquila. Dan veía con nostalgias a sus padres. Disfrutaba de su tiempo en familia con ellos.

Jamás le dijo a sus padres sobre el maltrato que sufria en su matrimonio. Esto debido al miedo que sentía en ese momento.

Mayormente, era respaldado por sus suegros, quienes a la menor evidencia de que sufria maltrato por parte de Jaekyung, se aseguraban de castigarlo. Esto por medio de golpes o amenazas a su posición en la Corporación Joshu. Eso era, hasta que en un accidente automovilístico murieron. Sin ellos, Jaekyung pudo hacer lo que quiera con él, incluso le amenazó con hundir la empresa de su padre para atarlo a su lado. Bueno, esta era una de las dos razones por las que no podia divorciarse. La otra era que había quedado en cinta.

—Dan, ¿te encuentras bien?—preguntó Seon-doju al ver el rostro de tristeza de su primogénito.

—Sí, papá—respondió y cambiando su expresión—Cuando vuelva del extranjero quiero comenzar a trabajar en la empresa. Despues de todo, pronto seré yo quien la diriga.

—¡Ese es mi hijo!—exclamó el Alfa feliz por la decisión del Omega menor.

—Me parece bien Dan—apoyó, Yeonsu.

En la sociedad actual, los Omegas tienen aún mas derechos y protección. A pesar de ello, siguen los prejuicios en contra de esta casta. No es muy común ver a Omegas en una posición laboral tan alta como el de un CEO. En vez de verlo como algo digno de admirar, comienzan a hablar con prejuicios, tales como: "De seguro se acosto con alguien" "Obviamente de ve ser la puta de alguien".

Aún así, no fue un impedimento para que los Omegas avanzaran aún más en la sociedad. Incluso uno de los ministros de Corea del Sur es una Omega Recesiva.

—Eres un gran orgullo hijo—el Kim mayor le revolvió los cabellos a Dan.

—Papá, deja de hacer eso. Ya no soy un niño—se quejó.

—Para tu padre lo sigues siendo, Dan.—rió el Omega ojicastaño.

Las risas continuaron por un tiempo. Hasta que llegó la interrupción de una de las empleadas.

—Disculpen por mi interrupción—dió una reverencia—El joven Joo Jaekyung busca al joven amo—informó.

—¿A qué vino ese roba hijos?—reclamó,  Seon-doju apretando su mandibula y frunciendo el ceño.

Cambiar mi historia [JINX]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora