Capítulo 3 (Peter)

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Salgo corriendo de la fiesta con James, los demás ya han llegando a la caravana mientras nosotros seguiamos hablando.
Cuando llegamos, las chicas se están cambiando en el baño y todos los familiares están fuera despidiéndose.

Sobre las tres y media saldremos de Chicago hacia Dakota del Sur.
Ahora le toca conducir a James, Lynn estará con él hablando para que el viaje se le haga más ameno.
Tardaremos unas ocho horas y media en llegar, así que estaremos allí sobre medianoche

Me doy cuenta de que tengo mucho calor, normal, todavía llevo el esmoquin puesto. Solo me he puesto uno tres veces en mis dieciocho años de vida, por eso me resulta tan raro llevarlo.
Fuera hará unos noveinta y ocho y pico grados farenheit.

Voy hacia las literas y me doy cuenta de que solo hay cuatro camas algo mas grandes que una individual.

-Oye, ¿cómo vamos a dormir?- pregunto.

-¡Yo me pido con una chica!- dice rápidamente Joel.

-Pues conmigo ni de coña.- le responde Grace.

-Lo más lógico sería votarlo- propone Bethany.

-¡Yo tengo una aplicación chulísima en el portátil! La podríamos utilizar para votar.- digo.

-No, por favor. Vamos a dejar la tecnología.- nos riñe Grace.

-¿Y tu móvil, guapa?- pregunta Bethany.

-Eso es un caso a parte.- responde Bethany.

-Dejemos lo lógico a un lado.- nos regaña Jane.- Yo creo que lo mejor sería votar cada día con quién dormimos.

-¿Cada día?- pregunto sobresaltado.

-Mejor cada semana.- responde Bethany.

Joel coge un cuenco y Jane empieza a escribir nuestros nombres en papelitos, los dobla y los mete en el cuenco.

-Bueno, vamos a empezar.- dice Grace- ¿Quién sacará los papelitos?

-Yo no, con la suerte que tengo seguro que me quedo hasta sin cama.- digo.

-Bueno, si insistís... los sacaré yo.- dice Joel.

Joel coge un papelito y dice:

-Grace con... redoble de tambores para aumentar la tensión...

-Deja de hacer el imbécil.- dice Grace pegándole un puño en el brazo.

-¡James!- dice Joel por fin.

Grace ni se inmuta. Parece que no le importa dormir con un chico.

Siguiente papelito. Nunca creí que estaría tan nervioso en un momento tan simple. Creo que me da pánico dormir con una chica.

-¡Joel!, ¿quién será la afortunada?- dice Joel.

-O afortunado- responde riéndose Joel.

Todos se ríen. Joel saca un papelito y...

-Peter- dice Joel pasmado-¡¿Qué?! Esto está mal.

-Tanto que querías a una chica, ahí tienes a tu bomboncito.- dice Jane.

-Bueno que más da. Sigue sacando.- protesta Bethany.

-Lynn con... Bethany.- dice.

-¡Tomaaaa! Una cama para mí sola.- comenta Jane.

Nos pasamos unas horas hablando, comiendo y viendo la tele hasta que llegamos.
Cuando llegamos son las doce y cuarto de la noche, así que el monte Rushmore está cerrado.

Como no tenemos nada que hacer hasta que queramos cenar, nos ponemos a jugar a juegos típicos de viaje, contar chistes y bailar con la música a tope.
Como la tenemos tan alta, los del parking para caravanas nos riñeron y dijeron que si no bajábamos la música tendríamos que irnos de allí.
Después nos ponemos a hacer la cena entre los siete.
Intentamos hacer una receta de un libro de cocina.

-Pásame la mayonesa.-dice Lynn.

-¿Dónde está?- respondo.

-Pues, ¿dónde va a estar? En la nevera, Peter, en la nevera. A ti la pavera no se te ha ido todavía- me dice.

-Joe... Y yo que iba a saber que está en la nevera.

-¿Y dónde la pones tú?

-Que haya paz...- nos riñe Bethany.- Dame la pimienta, James.

-Voy.- responde James y se la da.

-Os queréis callar, que me estreso.- dice Grace- A ver... aquí pone que le añada un cuarto de chile morron en rajas. ¿Qué? ¿Qué es chile morron?

-Es esto, creo- le responde Jane- O no, ¡ah sí!, esto es.

-Jane, Jane, mira esto- dice Joel.

-¿Qué?-pregunta Jane y mira a Joel.

Entoces Joel le tira harina a la cara. Jane se cabrea y le tira salsa a la ropa. Cuando Joel va a tirarle mostaza, Jane se agacha y lo esquiva, pero le cae a Lynn en la cara y empieza una pelea de comida que me temo que va a acabar mal.

-¡Ahh!- grita Grace y se agacha para evitar que le caiga un pegote de mayonesa directamente en la camiseta que tiró James. Entonces me cae a mí.

Cojo el tomate frito y se lo tiro a James.

-¡Ya! Parad ya - dice Bethany.

Paramos de tirarnos y empezamos a limpiar y recoger.
Como la comida que íbamos a cenar se ha estropeado, tenemos que hacernos unas pizzas.

Cuando terminamos de cenar, a los chicos se nos ocurre la idea de hacer una ouija.
Así que cojemos un folio y dibujamos el tablero.
Yo nunca he jugado a la ouija, así que me da un poco de miedo.

A ver que pasa.

7 amigos y un volanteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora